Un comedor recogido, de ambiente tranquilo e iluminación tenue, nos da la bienvenida. Mesas con reposacubiertos, servilleteros y mantel. Todo cuidado con encanto. El visitante encuentra en esta coqueta sala su liturgia y su sobremesa larga. Un disfrute sin prisas. Alex Cerrato y María Bedia son los cocineros y artífices del restaurante La Viña de Henao, en Bilbao, un acogedor espacio situado a poco más de cinco minutos del Guggenheim.
Una casa de comidas con cocina casera, "como la de antes". Nos lo cuenta Alex Cerrato, formado en los fogones de Daniel García (Zortziko, con una estrella Michelin, el más longevo de Vizcaya); de Juan Antonio Zaldua (Kaian de Plentzia y Baserri Maitea); y de Alberto Vélez (Gu2, donde trabajó mano a mano con María Bedia).
Platos reconocibles que nos evocan a sabores de hogar, como la ensaladilla cortada grande "como se hacía en casa", nos recuerda el cocinero y empresario. El atún encebollado es otra delicia que podemos encontrar en su carta, cuidada y breve. Cocina de producto, de raíces vascas, sobre todo vizcaínas.

Alex Cerrato y María Bedia buscan la calidad para su despensa, abastecida con productores pequeños. El mercado fresco marca el paso de las recetas. Lo que está de temporada manda. Por ejemplo, las mollejas de cordero frititas con crema de patata y ajo y estofado de Cantharellus. Setas que van cambiando en función de lo que ofrece el mercado. También, los pimientos rellenos de txangurro, centolla, que ahora está en temporada. Cuando se pase, repensarán la receta con bacalao o con langostino. Más recomendaciones: el bacalao confitado con sus callos en bizkaína, el begihandi en su tinta y el cremosísimo canelón de pollo de caserío con setas. De postre, una maravilla de flan de cuatro quesos cremosos, uno de ellos con un punto salino. Un bocado con textura a los flanes de Asturias. Cocina casera de mimo y detalle. En la calle Henao, 27. Bilbao.