El uso de las redes sociales está cada vez más extendido. Raro es el día que no entramos a Instagram para ver las actualizaciones de la gente a quien seguimos o a Twitter para ver los memes del programa de moda o un partido de fútbol, como ocurre ahora, por cierto, con la Copa del Mundo de la FIFA que se disputa en Catar.
Lea también: El truco de Harvard para evitar que el aguacate se ponga marrón una vez abierto
Aunque pensemos que esto lo hacemos en nuestros ratos libres, lo cierto es que estamos malgastando el tiempo, el bien más preciado que tenemos, en cosas que no aportan absolutamente nada a nuestra vida, ni la mejoran. Las redes tan solo nos sirven para sumergirnos en una 'falsa realidad' o nube de forma temporal.
Por ejemplo, a muchos estudiantes les ocurre que mientras estudian se distraen continuamente con el smartphone y las redes sociales, perdiendo el tiempo completamente. De ahí a que numerosos médicos y filósofos indaguen sobre cuál es el motivo por el que los humanos tenemos la disposición a este comportamiento autodestructivo.
La teoría de Arthur C. Brooks
Si te identificas al leer estas líneas, el profesor Arthur C. Brooks, de la Escuela de Negocios de Harvard, tiene un truco para acabar con desperdiciar el tiempo en cosas que no mejoran nuestra calidad de vida. Se trata del autor de la columna How to Build a Life (Cómo construir una vida) para The Atlantic, en la que comparte consejos, respaldados por la investigación, para ser más feliz y productivo.
En su último artículo, titulado Deja de gastar tiempo en cosas que odias, Brooks aconseja a todo aquel que crea que está perdiendo el tiempo encima de una pantalla que asigne ese tiempo a un valor monetario. Teniendo en cuenta que la media de consumo de tiempo en redes sociales en EEUU es de 142 minutos al día y un salario medio por hora de 29,9 dólares, estarías gastando en torno a 71 dólares en redes sociales por día.
Invertir el tiempo en otra tarea
Por lo tanto, este dinero podrías ganarlo si empleases ese tiempo en realizar una actividad que tuviese un valor añadido para tu vida. Con esta forma de mirar el tiempo que se desperdicia al día no significa que pierdas esa cantidad de dinero, sino que, cada vez que realices una actividad sin valor, pienses la cantidad de dinero que podrías ganas si decidieses hacer otra.
Lea también: ¿Qué es la felicidad? Harvard da seis claves para conseguirla
Brooks explica a sus lectores que no hace falta exprimir cada segundo de distracción y ocio que tenemos al día, sino que lo que se debería haces es gestionar los días en función de nuestras prioridades a través de actividades que realmente nos gusten y nos relajen. Para él, desperdiciar la vida es gastar el tiempo en cosas que no valoras.