Los hogares empiezan a prepararse para la llegada del frío del invierno. Por el momento, las temperaturas no han sido del todo bajas, pero con el transcurso de las semanas, el mercurio poco a poco se irá desplomando. Esta temporada viene marcada por el encarecimiento de la luz y el gas, lo que ha hecho que ciertos clientes busquen alternativas para calentarse.
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En este sentido, se han disparado las ventas de los pellets, un biocombustible que tiene forma de pequeño cilindro y que está formado a base de serrín prensado y virutas de madera. De igual forma, la leña también ha experimentado un auge de su demanda. Así las cosas, este año muchos (los que tengan) van a tirar de las clásicas chimeneas para calentar sus estancias y ahorrar en las facturas.
Encenderla puede ser una tarea complicada. Los menos resolutivos incluso pueden vivir estampas más típicas de Supervivientes encendiendo la hoguera en la isla. De ahí a que alguno que otro suela desperdiciar algún paquete de pastillas de encendido al no conseguir prender los troncos de leña.
No tires los corchos de las botellas
Para lograr una buena lumbre, lo primero que hay que hacer es una estructura de tienda de campaña, es decir, dejando un hueco en el centro, con trozos secos para que prendan bien. Si contamos con papel, haremos bolas sin apretar demasiado y siempre de un tamaño parecido a nuestro puño. Luego, colocaremos estas bolas de papel debajo de las ramas más pequeñas primero, y cuando vaya subiendo el fuego, añadiremos más debajo de uno de los troncos principales.
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Pero, ojo, existe un truco de lograr el encendido de la chimenea sin necesidad de tener que comprar pastillas o verse vídeos tutoriales de cómo colocar las bolas de papel entre las maderas. Para eso, debes contar con los corchos de las botellas de vino, las cuales verteremos con alcohol. Este hará que prenda muy rápido, por lo que hay tener cuidado a la hora de encender la chimenea. Se trata de un método mucho más económico que las pastillas.