Noviembre es un mes de compras. La mayoría de personas aprovechan los descuentos del Black Friday para hacer sus compras de Navidad. Además, la ampliación del período de devoluciones hasta después de Reyes por parte de grandes almacenes y plataformas de venta online han hecho que el volumen de ventas se dispare aun más.
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El viernes negro ya no solo es para la tecnología, que pese a que sigue siendo el sector estrella para encontrar buenas gangas, se le han unido otros como el textil. Firmas como Zara, Mango, H&M o Cortefiel rebajan las prendas de su catálogo durante unas horas, tanto en la web y app como en tiendas físicas.
Pues bien, una vez que hemos adquirido una prenda, lo primero que tenemos que hacer antes de estrenarla es lavarla, según el aviso que hacer los dermatólogos, pues evitaría problemas a las personas con dermatitis, alergias, pieles atópicas o sensibles. Desde su fabricación y hasta que llega a nosotros, la ropa pasa por muchas manos y puede acumular bacterias, polvo y suciedad.
Ropa interior o baño
Especial cuidado hay que poner cuando se trate de ropa interior o de baño, que está directamente en contacto con la piel. Un lavado rápido es suficiente para evitar posibles infecciones, ya que las bacterias no se ven a simple vista.
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Se aconseja lavar camisetas, camisas, vestidos o pantalones. Con los abrigos o los trajes se puede ser más permisivo. No lavar la ropa puede provocar pésimas consecuencias. Pueden ir desde el eritema (la piel se pone roja), la descamación y hasta vesículas. También puede aparecer prurito, el picor de la piel al estar en contacto con algunas prendas.
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