Todo el mundo vuelve a hablar de Balenciaga. Si en verano la exclusiva firma de moda creó polémica por comercializar unas zapatillas totalmente destrozadas por 1.450 euros, ahora ha sorprendido a todo el mundo sacando al mercado un excéntrico bolso que simula una bolsa de patatas fritas Lays.
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Demma Gvaslia, director creativo de Balenciaga, es el autor de este llamativo producto, el cual se portará en la mano por la mitad, al ser tipo clutch, sin asas ni correas. El tamaño será natural, es decir, las dimensiones serán iguales a las de las bolsas de patatas reales. Estarán fabricadas en cuero, imitarán su textura arrugada y tendrán una cremallera superior flexible, de tal forma que los bolsos se podrán abrir desde cualquier posición.
Cuatro modelos
Los cuatro modelos corresponden a diferentes variedades de patatas fritas de la marca de alimentación fundada en EEUU en 1932. El color amarillo son las clásicas; la roja son las picantes; la azul son las que llevan un punto de sal, y la verde, las de crema y cebolla. El nombre de Balenciaga estará al frente, por supuesto.
Pese a que el complemento forma parte de la colección primavera-verano 2023, aun no se han puesto a la venta en la web oficial de Balenciaga y, como es de esperar, su precio únicamente estará al alcance de los bolsillos más pudientes: quien quiera este capricho deberá desembolsar 1.900 euros.

¿Cuáles son las patatas (reales) más caras?
A modo de curiosidad, las patatas más caras del mundo cuestan 55 euros. Pertenecen a St. Ericks, una exclusiva cervecera sueca, y no se vienen en la típica bolsa, sino en un cuidado estuche, en el que solo incluyen cinco unidades. Por lo tanto, cada patata tiene un valor de 11 euros. Sus ingredientes rinden homenaje a su país: cebolla, eneldo, una variedad de seta conocida como Matsutake, trufas y un toke de la cerveza pale ale.
