Lavarse los dientes es uno de los hábitos más comunes del día a día. Para disfrutar de una buena salud bucodental, los expertos recomiendan cepillárselos al menos dos veces al día con una pasta dental fluorada, especialmente después de las comidas. Además, se aconseja visitar al odontólogo una vez al año como mínimo.
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El objetivo de este hábito es aportar flúor en los dientes y eliminar la placa bacteriana, una sustancia blanda e invisible al principio que se forma en los dientes y en los espacios de estos. En caso de no mantener una buena higiene oral, la placa aumenta de volumen y se mineraliza transformándose en sarro.
La placa dental se forma tras la adhesión de las bacterias de los alimentos que comemos a una capa fina que se origina por el contacto de las proteínas de la saliva y la superficie del esmalte de los dientes denominada película adquirida. Las consecuencias de la placa dental sobre los dientes son la aparición de caries y la inflamación de la encía, lo que se conoce como gengitivis.
Mejor solo y sin capuchón
Además del acto del lavado de dientes, también hemos de tener en cuenta el correcto uso del cepillo, algo que puso de manifiesto Boticaria García este lunes en el programa de televisión Zapeando. "La Asociación Dental Americana aconseja cambiar el cepillo cada 3-4 meses", explicó.
El motivo es porque las bacterias y los gérmenes de la boca se van acumulando en el utensilio poco a poco. No son apreciables a simple vista, pero sí al microscopio. "El roce desgasta las células, lo que puede dañar las encías. En el cepillo de dientes se acumula la vida en forma de bacterias, hongos... lo que puede causar infecciones y enfermedades", dijo la colaboradora.
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García, además, desveló que es mejor mantener el cepillo lejos del inodoro porque, por increíble que parezca, puede llegar a tener bacterias fecales. Esta es una razón por la que se recomienda tirar de la cadena con la tapa bajada. También es preferible no ponerlo junto a los de otros miembros familiares ni tenerlo con capuchón.
Por último, para limpiar el cepillo hay que aclararlo bien bajo el grifo para que no queden resto de dentífrico y sacudirlo bien para quitarle el agua de los filamentos.