Lo peor de la ola de calor, la segunda del verano, sucede a partir de este miércoles. España se abrasará literalmente con temperaturas que alcanzarán los 45 grados en puntos del valle del Guadiana y Guadalquivir. La culpa la tiene una dorsal, es decir, una zona de altas presiones en niveles medios y altos de la troposfera asociada a aire cálido.
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Con estas condiciones meteorológicas extremas, realizar ciertas actividades cotidianas pueden resultar complicadas e, incluso, pueden suponer un riesgo para la salud.
El coche es uno de los lugares donde tenemos que poner el foco, ya que si el interior está a una temperatura superior a 35ºC, el efecto es parecido a conducir con una tasa alcoholemia de 0,5 gr/l en sangre.
Uno de los peores momentos llega al coger el vehículo tras pasar este varias horas aparcado bajo el sol. La DGT recomienda abrir las puertas o bajas las ventanillas antes de encender el aire acondicionado y pulsar la opción auto en el aire, pues se encarga de regular la temperatura.
Abrir y cerrar la puerta del conductor
Lo cierto es que existe otro método, a priori más sencillo, para enfriar el habitáculo. Un profesor japonés reveló su truco para provocar un descenso de la temperatura del interior del coche sin tener que llegar a poner en marcha el motor.
Para ejecutarlo, hay que bajar la ventanilla del copiloto y después abrir y cerrar la puerta del conductor cinco veces de forma rápida. En cuestión de de diez segundos, lograremos expulsar el aire caliente. Para una mayor eficacia, se puede repetir el proceso con la puerta y ventanilla contraria.
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Otra alternativa para evitar que nuestro coche alcance temperaturas infernales es utilizar parasoles o cortinillas en los cristales. Así, el sol no incidirá directamente en el interior del coche.