El agua del mar, la exposición solar y la sudoración hacen que las puntas del cabello se deshidraten y se resequen. El pelo se vuelve más frágil y quebradizo. Sobre todo, en cabellos con coloración. Estos son los consejos de un experto del Hospital Capilar para lucir una melena sana.
¿Cómo podemos atenuar el efecto de las agresiones externas en nuestro pelo? El agua del mar daña sobre todo los cabellos secos por su alto contenido en sal y sulfatos, que impide una correcta hidratación del tallo y hace que la fibra capilar se reseque. Cuidado con los cabellos teñidos, ya que la porosidad de la sal puede hacer que se dañen con una mayor facilidad, produciendo alteraciones en el color provocadas por la composición del agua marina.
Tips de experto: es importante que aclaremos el pelo con agua dulce abundante después de bañarnos en el mar y eliminar, así, los restos de salitre y arena, con el fin de que estos elementos penetren en menor medida en el cuero cabelludo y reducir la deshidratación del cabello, explica el doctor Joaquín Domínguez, de la clínica Hospital Capilar.
¿Y la exposición al sol? Las radiaciones UV provocan cambios bioquímicos en la coloración del pelo, al degradar el pigmento del cabello, perdiendo brillo y fotoenvejeciéndose. Una de las afecciones relacionada con los rayos solares es el cuero cabelludo rojo.
Tip de experto: para evitar que el cabello pierda queratina y brillo ante una exposición solar prolongada, se recomienda el uso de sombreros y gorros, que servirán de barrera protectora. También es recomendable prescindir de planchas y secadores; y seguir una alimentación equilibrada.
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