Las pinturas y dibujos de Georges Seurat podrían parecer mundos separados, pero más allá de sus famosos trazos puntillistas, sus dibujos en blanco y negro eran capaces de crear color en forma de luz, textura y volumen. En su técnica beben artistas contemporáneos como Richard Serra.
El Museo Guggenheim Bilbao presenta hasta el 6 de septiembre la exposición 'Serra/Seurat. Dibujos', que reúne una selección de 22 dibujos del maestro de finales XIX Georges Seurat, que dialogan con el trabajo de Richard Serra –también sus técnicas y materiales– que recoge nítidamente su influencia a pesar del tiempo que separa sus trabajos.
El artista francés Georges Seurat (1859-1891), pionero del movimiento pictórico puntillista, supo llevar el dibujo a nuevas cotas y entrar en el olimpo de los grandes maestros de esta técnica. Su dominio del color ya quedaba reflejado en sus dibujos en blanco y negro. Para crear la mayoría de este tipo de obras eligió el papel Michallet, realizado a mano y caracterizado por sus irregularidades, una textura pesada y diminutas ondulaciones, sobre las que, al deslizar la barra de conté, generaría diversos resultados.

Dibujo como lenguaje autónomo
Sus obras sobre papel no solo fueron muy admiradas por otros artistas coetáneos, también artistas posteriores que han seguido la estela de sus trazos de dibujo. Como Richard Serra (1938). El artista estadounidense considera el dibujo como un lenguaje autónomo, al que somete a nuevos procesos y con el que experimenta en distintos formatos y materiales.
La exposición del Guggenheim muestra la evolución del dibujo de Seurat en su camino de experimentación, y pone en valor el trabajo de dibujo de ambos autores, evidenciando su gran valor artístico. Algo en apariencia tan simple como un papel adquiere una gran trascendencia en los dibujos de Seurat, al convertirse en un elemento clave, que determina, en cierta forma, la obra. Este conocimiento del soporte –al que Seurat casi dota de vida, a través de la creación de luces, volúmenes y contrastes– es un rasgo distintivo de los grades maestros.
Para Richard Serra, el procedimiento también está dictado por el material. En sus 'Recorridos' ('Ramble Drawings'), serie iniciada en 2015, el artista se recrea en el soporte: un papel japonés fabricado a mano en el que cada fibra genera diferentes accidentes, que el artista integra en su trabajo. Frente a su producción más conocida, Serra realiza estas obras en una escala ponderada, aunque dotándolas de cierta monumentalidad.