El verano ya esta aquí. Hay más horas de luz, suben las temperaturas y el calor comienza a ser agobiante durante las horas centrales del día. Sin embargo, no todo puede ser positivo en la estación favorita para muchos. La época estival trae consigo la presencia de unos invitado indeseados en los hogares: los mosquitos.
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Estos insectos pertenecen a la familia de los dípteros, tienen patas finas y largas, y dos alas transparentes, y suelen emitir un zumbido parecido a una trompetilla que puede poner los pelos de punta a más de uno. La hembra es quien se encarga de chupar la sangre de las personas y de los animales de piel fina.
Transmisores de virus y parásitos
Lo normal es que después de recibir un picotazo, la zona se inflame y duela los días siguientes. Sin embargo, pese a que en la mayoría de los casos las picaduras son leves, otros pueden ocasionar graves problemas e, incluso, la muerte. Se debe a que los mosquitos son transmisores de virus o parásitos: la malaria, el Zika, el paludismo, la fiebre amarilla, el dengue o el virus del Nilo.
Se ha descubierto que los humanos somos vulnerables a la picadura de los mosquitos por el sigilo. Según explican investigadores de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) y de la Universidad de Berkeley (EEUU), "el despegue de escape después de la alimentación con sangre es una maniobra crítica".
"El insecto completamente cargado debe alejarse rápidamente de la superficie de su víctima, por lo que un despegue suave sería menos probable que despertara la atención de una fuente de sangre descontenta", explican.
Los motivos por lo que nos pican los mosquitos
Sin embargo, como sabemos, los mosquitos no pican a todo el mundo por igual. Estos insectos nos pican por el dióxido de carbono que exhalamos, nuestra temperatura corporal y por nuestro grupo sanguíneo.
Así pues, según el estudio Preferencia de aterrizaje de Aedes albopictus (Diptera: Culicidae) en la piel humana entre los grupos sanguíneos ABO, secretores o no secretores, y antígenos ABH, los Aedes albopictus (los mosquitos tigre) prefieren a las personas del grupo sanguíneo O sobre los grupos A, B o AB.
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Esto quiere decir que, cuando un mosquito tiene a dos posibles víctimas a tiro, se decanta por una persona O o B, y mucho más si son negativos.