Llevar unas zapatillas blancas es tendencia los últimos años. Sin embargo, el trote diario hace que no tarden mucho en ensuciarse y que el blanco mute al negro. Lavarlas puede convertirse en una tarea tediosa, ya que la mayoría de los modelos no pueden meterse en la lavadora.
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Pero habrá casos en los que las deportivas estén tan sucias que no nos quede otro remedio que frotar. En este y en los otros casos, debemos limpiarlas a mano. Pero no sufras, tenemos una serie de consejos para facilitar la labor.
Mezcla bicarbonato y detergente
Si tienes unas zapatillas de un material delicado y quieres quitar una mancha media o blanda, podrás elaborar una solución de una cucharadita de detergente y otra cucharada de bicarbonato. Tienes que remover bien hasta crear una pasta homogénea. Una vez que le des con el cepillo, déjalas secar al aire libre.
Cubre la mancha con sal gorda
¿Qué debemos hacer cuando, verdaderamente, tenemos las deportivas tan sucias que no se tienen ni en pie? Este truco es efectivo al tiempo que algo abrasivo, y tan solo debemos ejecutarlo cuando las manchas estén muy incrustadas.
Primero, con la ayuda de un cepillo de dientes frotaremos en la superficie intentando que la suciedad se desprenda. A continuación, cubriremos la mancha con sal durante media hora. Finalmente, enjuágalas con agua fría hasta que te cerciores de que no queda ningún rastro. Sécalas al aire libre.
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¿Una urgencia? Usa una goma de borrar
En caso de ocurrirte una urgencia fuera de casa, puedes limpiar las zapatillas con una goma de borrar en seco. Sí, lo has leído bien. Frotaremos la mancha con la goma hasta que las manchas desaparezcan del material. Eso sí, ten en cuenta que esta técnica no sirve de mucho si las zapatillas están muy sucias.
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