Uno de los hábitos que tenemos a la hora de levantarnos, es el de tomar una taza de café. La ingesta de esta bebida puede darse a cualquier hora del día, incluso, hay quien lo toma varias veces por su poder estimulante debido a su alto contenido en cafeína.
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El café, que se obtiene al tostar y moler los granos del fruto del cafeto (o planta del café), está asociado a numerosos beneficios para la salud. Por ejemplo, varios estudios han confirmado que su consumo ayuda a protegernos de la enfermedad de Alzheimer u otras patologías cardíacas.
Pero la lista de efectos positivos no acaba aquí. El café también aumenta el rendimiento físico, ayuda a perder peso y a quemar la grasa, favorece la concentración y protege el cerebro. Sin embargo, es importante aclarar que todos estos beneficios se consiguen, siempre y cuando no se sobrepase de una cantidad específica.
Un adulto (sin patologías) puede tomar hasta cuatro tazas de café
Por tanto, ¿cuántas tazas de café podemos bebernos al día como máximo? Este alimento está dentro de una dieta saludable, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Sin embargo, tomarlo en grandes cantidades puede ser peligroso.
La dosis recomendada varía en función de cada persona. De acuerdo con la FDA, un adulto puede tomar hasta 400 miligramos de café al día, es decir, lo mismo que cuatro tazas. No obstante, hay que tener en cuenta más factores como si esa persona tiene alguna patología, si se toma algún medicamento...
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¿Qué puede ocurrir si tomamos más de cuatro cafés al día? Cierto es que esto no provoca consecuencias graves, pero sí síntomas como dolor de cabeza, nerviosismo, irritabilidad, micción frecuente, insomnio o latidos acelerados. En caso de que queramos reducir el consumo de café, debemos hacerlo de forma gradual.
Se desaconseja, por último, la ingesta de cafeína para las embarazadas, las lactantes y las personas con problemas cardiovasculares, gástricos o mentales.