El queso es uno de los productos estrella de nuestro país. Casi todas las regiones tienen tradición de elaborar este lácteo que no falta en ninguna casa. Existen muchísimos tipos de queso y, en función de su procedencia o proceso de elaboración, el sabor será totalmente diferente.
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Por ejemplo, según el proceso de maduración, los quesos pueden ser desde frescos o tiernos (aquellos que tienen una etapa de maduración corta) hasta los curados, viejos o añejos (su etapa de maduración es más larga).De la misma forma, según el origen de la leche, existen quesos de leche de cabra, de vaca o de oveja.
Lo que no tenemos tan claro es cómo conservar de forma correcta este manjar. Sin embargo, es habitual cometer algunos errores a la hora de guardarlo, lo que provoca que el queso nos dure menos. De hecho, los expertos insisten en que este alimento "es un producto vivo".
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Qué no debes hacer para evitar que el queso se eche a perder
Para que un queso mantenga tanto su sabor como olor intactos, es importante seguir una serie de consejos para evitar tomar decisiones equivocadas que lo estropeen. Ya sea por ignorancia o por rapidez, cometemos una serie de errores que pueden acabar con la cuña de queso echada a perder. Son los siguientes.
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- Usar recipientes de plástico. No utilices tuppers de este material para guardar el queso, ya que la tapa le impide transpirar. En ese caso, lo ideal es envolver el queso en papel de horno para evitar olores no deseados. Pero lo más recomendable es conservar la cuña en vidrio para que dure más.
- Utilizar papel film. Es el fallo más grande porque, si el queso necesita respirar, el plástico lo ahogará. Como hemos apuntado, lo mejor es envolverlo en papel de horno y luego meterlo al frigorífico. Recuerda hacerle unos agujeritos para que transpire.
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- Usar papel aluminio. Ocurre lo mismo que en los casos anteriores: el caso acaba ahogándose.

- Dejarlo fuera de la nevera. Este es un error muy común. Lo recomendable es que el queso esté guardado en el refrigerador y que lo saquemos 30 minutos antes de su consumo para que esté a temperatura ambiente.
- Envasarlo al vacío. Los expertos coinciden en que el plástico imposibilita el proceso natural de transpiración de un queso. Si viene envasado de esta forma, encárgate en casa de envolverlo con otro tipo de papel.