Estilo de Vida

Semana Santa: celebraciones y tradiciones singulares, fuera de las procesiones habituales

Miserere de las Turbas en Cuenca.

Hay procesiones, recreaciones históricas y fiestas más allá de las célebres de Sevilla, Málaga o Valladolid, que son auténticos tesoros, en las que los romanos eclipsan a los nazarenos, donde los amortajados toman las calles o desfila el mismísimo diablo.

La Semana Santa de Sevilla, Málaga, Valladolid, Cuenca y Zamora se encuentran entre las más famosas e impresionantes de nuestro país. Fueron las primeras en ser declaradas de Interés Turístico Internacional en la década de los 80. Ahora son 25.

Pero hay muchas celebraciones fuera de los itinerarios habituales que son auténticos tesoros, por singulares y solemnes, como la procesión de la Venia en Luanco (Asturias), el Domingo de Resurrección (17 de abril), en la Playa de La Riba.

Más allá de las procesiones, hay recreaciones históricas, fiestas y tradiciones que trascienden el ritual católico, donde los romanos eclipsan a los nazarenos, como los Desfiles Bíblicos Pasionales en Lorca del Viernes Santo (15 de abril); donde los amortajados toman las calles, como en el Vía Crucis de Bercianos de Aliste (Zamora), que se celebra el Jueves Santo, (14 de abril); o donde procesiona hasta el mismísimo diablo, como en la procesión del Santo Entierro, en Orihuela (Alicante), que se celebra el Sábado Santo (16 de abril).


Miserere de las Turbas en Cuenca

En la madrugada del Jueves (14 de abril) al Viernes Santo, sobre las 5:30 de la madrugada, tiene lugar en Cuenca la Procesión de las Turbas –mal llamada por algunos Procesión de los Borrachos, y para los puristas, la Procesión del Camino del Calvario– que representa los últimos instantes de la Pasión de Cristo. En ella, los penitentes, conocidos como turbos, procesionan a cara descubierta haciendo sonar los palillos de los tambores. Es la más conocida y ha sido declarada fiesta de Interés Turístico Internacional. Uno de los momentos culminantes de la procesión se produce sobre las 11 de la mañana, en la escalinata de la iglesia de San Felipe Neri, cuando la procesión queda en absoluto silencio mientras el Coro del Conservatorio de Música de Cuenca canta a capella un Miserere, entre la emoción –y las lágrimas– de los asistentes, que termina con el estruendo de los tambores.


Tamborada de Hellín

La celebración de tamboradas es recurrente en Semana Santa en muchos puntos de España. Guarda relación con el estruendo que escuchó Jesús en la cruz al exhalar su último aliento a causa de un terremoto que sacudió la tierra. Los 25.000 tambores sonando a la vez en Hellín (Albacete) la noche del Jueves Santo (14 de abril) reproducen ese sonido, un repique ritual intenso, prolongado y acompasado que le ha valido ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Se celebran desde el Viernes de Dolores, aunque la más tradicional e impresionante de cuantas se celebran es la del Jueves Santo. Comienza a las 24:00, momento en que se recoge la Procesión del Silencio, cuando el centro de la ciudad –y especialmente El rabal– se ve invadido por una multitud de tamborileros que, en peñas, grupos o de manera individual hacen sonar sus tambores.


'Los Armaos' de Almagro

Los desfiles de la Compañía Romana de los 'Armaos' de Almagro (Ciudad Real) no tienen origen religioso. Surgieron a finales del siglo XVI en las tierras del Campo de Calatrava como una agrupación espontánea de vecinos que patrullaban las calles, imitando a las tropas imperiales, para tratar de contener los disturbios populares con disciplina militar. Más tarde, estas organizaciones se organizaron en cofradías y se incorporaron a la Semana Santa. El espectáculo de 200 soldados romanos perfectamente uniformados entrando en la Plaza Mayor de Almagro, con paso militar marcado por los tambores resulta todo un espectáculo. Desfilan el Miércoles, Jueves y Viernes Santo (días 13, 14 y 15), sobre las 15:00 horas.


Danza de la Muerte en Vergés

La representación de la procesión tradicional del Jueves Santo en Vergés (Girona) es una de las más antiguas de nuestro país, heredera de las danzas de la muerte que se celebraban por toda la Europa occidental, asolada por la peste negra, durante la Edad Media. No es la única Danza de la Muerte que ha sobrevivido a través de los siglos, pero sí una de las más espectaculares, conocida en todo el mundo. La Procesión y la Danza de la Muerte se desarrolla la noche de Jueves Santo (14 de abril). A las 22:00 horas, en la Plaza Mayor, tiene lugar el Misterio de la Pasión y a partir de las 12 de la noche comienza la Procesión con el rito de la Danza de la Muerte, que dura hasta bien entrada la madrugada. Uno de los momentos culminantes de esta representación se produce a su paso por la calle de los Caracoles.


Pasión Viviente de Castro Urdiales

El Jueves Santo (14 de abril) a las 21:00 horas comienza una de las representaciones de las últimas horas de la vida de Jesús más impresionantes que se celebran en nuestro país. Comienza con la Última Cena, le sigue la Oración de Getsemaní, y se van representando un total de 15 actos por toda la ciudad cántabra, que culmina con la Crucifixión y Resurrección en la mañana del Viernes Santo (día 15) a cargo de un elenco de actores –no profesionales– vecinos del pueblo.


Procesión de las aleluyas en Elche

Si el inicio de la Semana Santa en Elche (Alicante), con la Procesión de las Palmas el Domingo de Ramos, es espectacular, el fin de las fiestas no lo es menos. La mañana del Domingo de Pascua o de Resurrección (17 de abril), tiene lugar la Procesión de las Aleluyas, en la que las imágenes del Cristo Resucitado y la patrona de la ciudad, la Virgen de la Asunción, son portados en procesión por los nazarenos –ya sin sus capuchones– mientras las calles se inundan de una lluvia de estampas de colores con motivos religiosos (aleluyas) que tiran los vecinos desde los balcones y terrazas.

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