El cava y el champagne son dos bebidas alcohólicas con las que solemos brindas en ocasiones especiales, tales como las Navidades, una reunión de amigos o una boda. Estos vinos espumosos de sabor inconfundible tienen varias características similares, pero ¿qué los diferencia?
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Lo primero que tenemos que tener en cuenta es tanto el lugar donde ha sido cosechada la uva como donde se ha elaborado el líquido. Como su propio nombre indica, el champagne procede de la región francesa de La Champagne, al noreste del país, con Reims como punta de lanza.
De La Champagne francesa, al Mediterráneo
El cava, por su parte, pertenece a distintas localidades de la Región del Cava, compuesta por zonas de Cataluña, en especial el área del Penedés, además de otras zonas del País Vasco, Navarra, Comunidad Valenciana, La Rioja, Aragón y Extremadura.
En segundo lugar, tenemos que tener en cuenta el tipo de uva con el que se realizan estos vinos espumosos, puesto que su sabor depende de la variedad de la uva. El cava se hace con tres tipos de una blanca autóctona: parellada, macabeo y xarello. La principal uva del champagne es la variedad chardonay, que se combina con uvas pinot noir o pinot meunier (son negras).
El suelo y el clima, factores a tener en cuenta
El clima del lugar donde están los viñedos también resulta vital. Mientras que en La Champagne predomina un clima frío y con lluvias frecuentes, en España, el clima es más templado, con temperaturas más suaves. El suelo incide en la maduración de la uva y en su grado de dulzor en el momento de su recolección. Los terrenos franceses son más cálidos y arcillosos que los españoles.

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En cuanto al proceso de elaboración de los líquidos apenas existen diferencias, puesto que ambas siguen el método tradicional (fermentación en dos fases). La desemejanza principal radica en que con el champagne es frecuente mezclar varios tipos de uvas, algo que no ocurre con el cava. Además, al emplear uvas negras para el champagne, habrá una mayor presencia de taninos, lo que se traduce en un toque de sabor seco y con un ligero amargor.
En cuanto al precio, cierto es que el champagne suele ser algo más caro que el cava. Sin embargo, es una cuestión de gustos. Los precios se han ido igualando en el mercado a medida de que el cava ha ido escalando posiciones en el mercado.
