La Guía Repsol acaba de presentar sus 'Soletes de carretera', una distinción que reciben los restaurantes de carretera por aclamación popular de los usuarios con supervisión de los expertos de la guía gastronómica de referencia en nuestro país.
A veces cuesta encontrarlos, pero sí, es posible probar un bocado que merezca la pena y pasar un rato agradable durante los desplazamientos en carretera. Barras de calidad a pie de autovía, terrazas ideales para hacer una parada, cafeterías en las que desayunar o tomar un tentempié más que recomendables en mitad de un viaje por carretera. El equipo de expertos en gastronomía de la Guía Repsol repartidos por toda España se ha puesto al volante para localizar más de 300 sitios que merecen (mucho) la pena en las carreteras con más tránsito del territorio.

Artistas y camioneros
Los 'Soletes de carretera', en su tercera edición, llegan por aclamación popular de los usuarios y están repartidos por las 50 provincias de España. Hay establecimientos para desconectar, para reponer fuerzas en una parada rápida, para sentarse a comer con calma, para pedir un buen bocadillo y seguir el viaje o hacer una parada en plena naturaleza, en definitiva, para descubrir lo mejor de la gastronomía de cada zona, con dos apartados muy especiales: los lugares favoritos en los que suelen parar los artistas cuando están de gira y los favoritos de los camioneros.
"Nos lo estaban pidiendo los usuarios, nuestros conocidos y también los amigos", explica María Ritter, directora de la Guía Repsol. Tras el éxito de los 'Soletes de Verano', lanzado a finales de junio del año pasado ¬(centrados en identificar los mejores chiringuitos y terrazas) y los Soletes de Otoño (que identifican los mejores menús de mediodía), esta nueva guía se va a convertir en una referencia de cara a los desplazamientos por las vacaciones de Semana Santa.
Calidad y buen precio
Guía Repsol ha rastreado los tramos de autovías y carreteras nacionales más transitadas y ha seleccionado los mejores establecimientos, a un precio asequible, esos que se recomiendan a los amigos, muchos de ellos también con tienda en los que es posible comprar productos gastronómicos locales. Hay espacios para todos los gustos, desde estaciones de servicio, donde catar los mejores dulces de la zona, cafeterías con un café que justifica hacer una parada, hasta restaurantes "slow travel", para reivindicar el placer de viajar sin prisa y disfrutar de los caminos alternativos, entre ellos, asadores en pueblos pequeños que suponen un desvío nunca superior a 15 minutos de la ruta.
El diseño de la distinción lleva la firma de Luis Úrculo, continuando con la línea gráfica de la Guía, para que sea reconocible, pero adaptándola a la nueva calificación y sus señas de identidad: establecimientos amables, cercanos y universales.