Estilo de Vida

El Prado reivindica la gran pintura de historia de la mano del maestro Pradilla

‘Cortejo del bautizo del príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos por las calles de Sevilla’ (1910), Francisco Pradilla y Ortiz. Museo Nacional del Prado.

El Edificio Villanueva del Museo del Prado alberga del 21 de marzo al 28 de octubre una muestra que recorre la trayectoria de uno de los máximos exponentes de la pintura historicista española en el centenario de su muerte.

Hubo una época en la que la pintura de historia era la Pintura, con mayúsculas, la máxima representación y medida del arte. Lo era por forma –academicista, virtuosa, de gran formato– y contenido, volcada en plasmar grandes momentos históricos cargados de épica y simbolismo. Y así fue hasta que los "experimentos" de los impresionistas y las vanguardias pusieron el arte patas arriba.

Ninguno de los grandes genios creativos se mantuvo al margen del género, desde Velázquez a Goya, pero fue un conjunto de artistas a lo largo del siglo XIX el que consolidó un movimiento genuino, guardián de la ortodoxia, representado en España por Vicente López, José Madrazo, Eduardo Rosales, Antonio Gisbert, Mariano Fortuny o Francisco Pradilla, uno de sus máximos exponentes y autor de algunos de los cuadros más icónicos, como 'Doña Juana la Loca' (1877).

Su pintura realista fue desbordada por el torrente creativo de la pintura contemporánea hasta el punto de ser relegados a una "segunda división" del arte, minusvalorados en su cotización en el mercado del arte y en su posición en los museos. Pero el Museo del Prado lleva años trabajando para devolverles su puesto en la historia de la pintura con su reubicación en las nuevas salas desde la ampliación del museo en 2007.

'La reina doña Juana la Loca, recluida en Tordesillas con su hija, la infanta doña Catalina' (1906), Francisco Pradilla y Ortiz. Museo Nacional del Prado.

Cronista de excepción

Ahora, hasta el 28 de octubre, reúne en una exposición la obra de uno de los maestros, Pradilla, director de la Real Academia de España en Roma y director del propio Museo del Prado, en el centenario de su muerte. 'Francisco Pradilla (1848-1921), esplendor y ocaso de la pintura de historia en España' reúne ocho obras históricas del pintor aragonés que forman parte de su colección, y que reflejan el interés por el género durante un periodo por el que Pradilla sentía predilección: desde finales del siglo XV y principios del XVI, del que fue un cronista de excepción.

En la Sala 75 está 'Doña Juana la Loca' y su boceto –que forman parte de la exposición permanente–, obra por la que recibió el galardón máximo, la Medalla de Honor, en la Exposición Nacional de Madrid de 1878 y en la Universal de París de ese mismo año.

El resto de las obras se exponen en la Sala 60, incluida 'El cadáver de Beatrice de Cenci', copia de la obra de Lorenzo Vallés. Esta obra, reciente donación, se expone por primera vez.

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