Pedro Sánchez anunció este lunes que "muy pronto" dejará de ser obligatoria la mascarilla en interiores por el "horizonte de desescalada" que se está viviendo con la pandemia del coronavirus que puso en jaque a todo el planeta justo ahora hace dos años.
El jefe del Ejecutivo no ha especificado la fecha, pero ha asegurado que es una decisión que se va a tener que tomar "muy pronto" contando con el consenso de la comunidad científica y las Comunidades Autónomas. "No quiero aventurarme porque son ellos (los científicos), los que van a proponer el momento", ha asegurado Sánchez en torno a las fechas que baraja el Gobierno para tomar esta decisión en una entrevista en TVE.
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Mientras tanto, aunque la incidencia acumulada está mostrando una tendencia "a la baja" y el número de ingresados en UCI es "cada vez menor", el líder socialista ha recordado que estos datos siguen siendo "altos". No obstante, se ve una "superación" progresiva de la pandemia, ha insistido antes de recordar que, este martes, se va a proponer levantar las cuarentenas para los contactos estrechos a un positivo, con independencia de cuál sea el estado de la vacunación de esos contactos.
Cabe recordar que estas cuarentenas ya se eliminaron para las personas vacunadas hace algunos meses, si bien Sanidad recomendaba limitar sus actividades fuera de casa en los 10 días posteriores al último contacto con un caso confirmado, e insistía en el uso "constante" de la mascarilla.
La vacunación en España, un auténtico éxito
Tal y como ha hecho público Sanidad esta semana, las comunidades autónomas han administrado hasta este lunes (28 de febrero) un total de 92.591.078 dosis de las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen, 99.759 de ellas durante el último fin de semana. Esto representa el 94,5 por ciento de las distribuidas, que ascienden a 97.997.077 unidades.
Además, según los datos del Ministerio, ya se han administrado 24.091.562 terceras dosis: 10.611.080 de Pfizer (frente a 10.585.497 el viernes) y 13.480.482 de Moderna (en comparación con las 13.445.557 del viernes). Esto significa que el 50,8 por ciento de la población española ha recibido ya su dosis de refuerzo, un porcentaje muy por encima de muchos países europeos, lo que confirma el éxito del proceso en España.
En el caso de los más pequeños, un total de 1.886.011 niños de 5 a 11 años ya han recibido su primera dosis y 591.874 también la segunda, lo que supone el 57,4 por ciento con una dosis y el 18,0 con la pauta completa, tras el inicio de la vacunación el pasado 15 de diciembre.
En definitiva, todo esto supone que un total de 38.430.626 personas hayan recibido ya la pauta completa en España. Esto se traduce en el 91,1 por ciento de los mayores de 12 años. Por otra parte, un total de 39.022.500 personas han recibido al menos una dosis, el 92,9 por ciento. Entonces, ¿significa esto que estamos más cerca de conseguir esa ansiada inmunidad de rebaño? Pues la ciencia parece haber encontrado respuesta a esta pregunta y el resultado ha sorprendido a muchos.
"La inmunidad de rebaño es inalcanzable"
Desde el principio del proceso de vacunación, se ha hablado del objetivo de la inmunidad de rebaño para poder establecer un final de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Alicante ha calculado que el umbral para determinare esa inmunidad de rebaño frente a la variante ómicron es del 95% de la población.
Según los autores, ese porcentaje es "inalcanzable" mediante la vacunación, dado que hay personas que no se pueden vacunar porque padecen algún tipo de problemas de salud y otras que no quieren inocularse por propia voluntad. Así lo ha publicado la revista Scientific Reports en un trabajo que lleva por título "Advertencias sobre el umbral de inmunidad del rebaño COVID-19: el caso de España".
Este ha sido llevado a cabo por un equipo interdisciplinar de investigadores de los departamentos de Matemática Aplicada, de Ecología y del Instituto Multidisciplinar de Estudios del Medio (IMEM) Ramón Margalef de la UA. La investigación abarca un estudio muy detallado del umbral de inmunidad de rebaño (HIT, por sus siglas en inglés) de la variante ancestral de la covid-19, que era la dominante al principio de la pandemia, desde diferentes enfoques.
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El análisis también cuantifica la influencia de tres factores muy importantes: la fuente y la calidad de los datos, la evolución de la infectividad en el tiempo y la metodología para estimar la R0. Este último es un valor esencial en estos cálculos porque establece a cuántas personas contagiaría, en promedio, un infectado a principio de la pandemia.
David García, profesor del departamento de Matemática Aplicada de la UA, ha sido el encargado de liderar el equipo investigador que ha realizado este estudio. El experto ha recordado que la inmunidad de rebaño estaba al 70 %, según se establecía comúnmente por fuentes oficiales desde el principio de la pandemia y cuando se inició la vacunación. No obstante, con las nuevas variantes, los autores del trabajo de la UA han calculado que la inmunidad de rebaño ha ascendido a una cantidad sobre el 90 % de la población vacunada frente a la variante delta y en el 95 % a la ómicron, tres veces más contagiosa que la anterior.
Ómicron dispara el porcentaje para la inmunidad de rebaño
Este estudio ha confirmado un dato muy importante y es que cuanto más contagiosa es una variante, más alta tendrá que ser la inmunidad de rebaño. Es decir, se requiere un mayor porcentaje de personas vacunadas para que el virus deje de propagarse, tal y como ha explicado García. El investigador ha precisado que este porcentaje del 95 % es "una cifra inalcanzable", incluso aunque tuviéramos una vacuna que cortase la transmisión.
"Hay personas que no se pueden vacunar y otras que no quieren vacunarse, a lo que hay que añadir que las vacunas no evitan la transmisión del virus, como se ha comprobado estas Navidades, en las que la población ya estaba altamente vacunada y, aun así, ha sido la ola más fuerte, aunque con consecuencias menores gracias a esa protección de las vacunas", ha defendido el experto.