Uno de los espectáculos más bonitos que nos regala el fin del invierno y el comienzo de la primavera es la floración de los almendros, que este año se ha adelantado a causa de la climatología. Los almendros son el primer árbol en florecer, cuando el resto aun están pelados. Esto ocurre así porque prefieren arriesgarse a una helada eventual que a las durísimas sequías del verano.
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Pues bien, uno de los mejores sitios para contemplar tan bella estampa es la Quinta de los Molinos, un espacio verde que se encuentra en la misma ciudad de Madrid. Se trata de un parque de 21 hectáreas de extensión, idea para dar un pequeño paseo, tomar fotografías y hacer un picnic.
Los próximos días serán la mejor oportunidad para acudir a la Quinta de los Molinos, ya que la floración se encuentra en su máximo apogeo después de que hace apenas un par de semanas comenzaran los almendros a florecer. El año pasado, la gran nevada Filomena hizo que esta joya de la naturaleza se retrasara.

¿Cómo llegar a la Quinta de los Molinos?
El parque se encuentra en la parte final de la calle Alcalá, a la altura del número 527, en el distrito de El Salvador / San Blas - Canillejas. La Quinta de los Molinos tiene cinco puertas de acceso y está limitado al sur con la propia callé Alcalá; al norte con la calle Juan Ignacio Luca de Tena; al este con la Avenida 25 de Septiembre, y al oeste con la calle Miami. El horario es de 6.30 a 22.00 horas todos los días del año.
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Es fácil llegar en coche particular, porque el jardín está relativamente cerca a la M-40 y porque se trata de una zona de libre estacionamiento. Más cómodo es llegar en transporte público, puesto que la parada de Metro de Suanzes (línea 5) está justo en la puerta de la calle Alcalá. También paran las siguientes líneas de autobús de la EMT: 77, 194, 105 y L5.
¿Cuál es la historia de la Quinta de los Molinos?
Considerado como Parque Histórico y Bien de Interés Cultural, en la Quinta de los Molinos crecen olivos, pinos, y eucaliptos, además de los almendros. El jardín cuenta con un pequeño estanque, dos molinos y un palacete que se ha rebautizado como Espacio Abierto, y en el que ahora sirve para que menores de 16 años aprendan a formarse como cocineros. El bar tiene servicio de terraza y abre de miércoles a domingo (10.00 a 20.00).
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El jardín, propiedad del conde de Torre Arias, fue creado por el arquitecto alicantino César Cort Botí en la segunda mitad del siglo XX. Al morir en 1978, el parque se quedó abandonado. Ya en 1982, el Ayuntamiento logró un acuerdo con sus herederos para que la mayor parte de la finca (un 25% fue destinado a la construcción de viviendas privadas) pasara a ser parte del patrimonio municipal, siendo restaurado y abierto al público después.
