El pasado lunes, la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia empezó a entregar los 37.500 test de antígenos saliva que tiene previsto distribuir entre centros educativos de Galicia con el fin de detectar casos de Covid-19 entre menores de cinco a 11 años.
Y es que este tipo de pruebas diagnósticas se ha convertido en una alternativa real para los más pequeños de la casa desde que ómicron llegara a nuestras vidas. Desde que la nueva variante provocara una nueva gran explosión de casos en todo el mundo, son muchos expertos los que se han lanzado a intentar averiguar la forma más efectiva de detectar esta cepa tan contagiosa.
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En el caso de ómicron, se ha detectado que se reproduce mejor en la garganta mientras que sus antecesoras lo hacían de forma más potente en los pulmones. Esto ha producido algunos cambios. Para empezar, si existe más carga viral en la garganta, el contagio es más fácil ya que nos pasamos el día hablando. Además, el dolor de garganta se ha convertido en uno de los síntomas más habituales.
Todo esto ha abierto un debate entre los científicos sobre si la forma tradicional de detección del virus es la más adecuada o se debe apostar por una toma de muestras distinta. ¿Se debe dejar de apostar por los test de antígenos nasales? En un estudio realizado en la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica se analizaron y compararon las pruebas de diagnóstico de 382 pacientes con COVID-19.
¿Son mejores los test de saliva que los nasales frente a ómicron?
En los contagiados con la variante delta del coronavirus, los hisopos de saliva detectaron el virus en un 71% de las ocasiones, mientras que los nasales lo pillaron el 100% de las veces. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando descubrieron que en pacientes con ómicron sucedió justo lo opuesto: los test de saliva detectaron el 100% de los casos mientras que los nasales lo detectaron el 86% de las veces.
En otro estudio reciente, se ha llegado a la conclusión de que en los tres días anteriores a la aparición de síntomas y en los dos días posteriores, la saliva contiene tres veces más cantidad de virus que las muestras nasales y que tienen 12 veces más de posibilidades de obtener una PCR positiva. De ser esto del todo cierto, si fuéramos capaces de detectar algún día antes el positivo en función del tipo de muestra podrían evitarse muchos contagios.
El problema de todo esto es que estos estudios son preliminares y no están (todavía) publicados oficialmente en revistas científicas, por los que aún su rigor está cuestionado. Ante ello, muchos epidemiólogos e inmunólogos en EEUU han querido abrir el melón sobre la conveniencia de cambiar el tipo de toma de muestra tomando adicionalmente una de garganta. Estos creen que aunque los datos no sean concluyentes, deberían dar el paso y actuar.
¿Qué opinan las autoridades sanitarias de esto?
De momento, las indicaciones sobre cómo realizar los test no han cambiado y no se recomienda a hacer "experimentos" en casa alterando las indicaciones de los fabricantes. Michael Mina, ex epidemiólogo e inmunólogo de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, junto a otros defensores de los test de garganta, tampoco respalda que esta práctica sea para la población general si no han conseguido el respaldo de agencias reguladoras.
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En conclusión, los propios expertos que abren el debate sobre las pruebas diagnósticas son los que reconocen que ellos mismos en casa se hacen doble muestra, aunque dicen que lo hacen por su voluntad y no animan a la población a actuar de manera contraria a las instrucciones de los tests. Estos científicos admiten que no es la forma en la que las pruebas han sido desarrolladas y probadas y que es necesaria una mayor investigación.
¿Cómo se realiza de forma correcta un test de este tipo?
Antes de comenzar la prueba, hay que asegurarse de que el niño o niña no coma, beba, cepille los dientes ni masque chicle por lo menos 30 minutos antes de la recolección de la saliva. El menor deberá respirar profundamente y luego toser de tres a cinco veces en un paño desechable. La recogida de una muestra de saliva puede tomar de dos a cinco minutos.
Todos los menores que obtengan un resultado positivo en la prueba de antígenos de autodiagnóstico serán considerados directamente como caso confirmado, por lo tanto, deberán seguir las medidas de aislamiento. Y siempre deberá cumplir las indicaciones de los profesionales sanitarios que se encarguen de su seguimiento clínico.
El test de saliva, una alternativa sin oficialidad
De momento, no existen pruebas, ni indicación oficial sobre que se puedan realizar este tipo de test sea preferible a los test nasofaríngeos. Por el momento, se piensa que ambos son igualmente válidos y fiables si se realizan en el momento adecuado y de la forma correcta. Y aunque la toma de muestras parezca más fácil (escupir en un tubo), hacerlo de forma correcto, sin cometer fallos, es más probable.
En definitva, de momento, las autoridades llaman a quedarnos "como estamos", haciendo test por vía nasal como recomiendan los fabricantes de este tipo de pruebas.