El ajo es uno de los alimentos con mayor protagonismo de la dieta mediterránea. Su olor y su sabor le caracteriza. Es casi imposible que una cocina no disponga de ajos, puesto que es in ingredientes que se utiliza para muchas recetas o, simplemente, restregarlo en una tostada para el desayuno.
Lo primero que tenemos que saber es que el ajo pertenece a la familia de las liliáceas, aunque se ubica en la de las amarilidáceas, es decir, la misma que la cebolla, los puerros y las chalotas. Aunque se cultiva en multitud de lugares del mundo, se dice que el ajo aterrizó en Oriente Próximo hace 4.000 millones de años desde Asia central.
¿Cuáles son las propiedades del ajo?
En realidad, el ajo es una agrupación de bulbillos, que son conocidos como dientes de ajo. Su contenido calórico es de 114 kcal por cada 100 gramos. El agua, los hidratos de carbono (24,3%) y la fibra (1,2%) son sus componentes mayoritarios, aunque tiene más de 2.000 que ayudan a que el organismo se encuentre en plena forma.
Algunos de ellos son: aceites esenciales; quercitina (es un falvonoide que cuenta con propiedades antigripales); fructosanos; vitaminas (en especial la C y la B6) y minerales (calcio, potasio, fósforo y manganeso). Así, el ajo se convierte en un ingrediente que mejora nuestras defensas. Hay que decir que todos los componentes se mantienen cuando el ajo se machaca.
¿Cuáles son los beneficios del ajo?
- Es el mejor antibiótico y antiséptico que existe: excelente aliado contra las infecciones.
- Diurético: ayuda a eliminar toxinas y ayuda a la formación y regeneración de la flora intestinal.
- Baja la fiebre.
- Es anticoagulante, lo que mejora la circulación de la sangre. Esto se debe a que el ajo ayuda a producir una mayor cantidad de ácido nítrico, componente que diluye más la sangre.
- Reduce el colesterol malo (LDL) y los niveles de azúcar en sangre.
- Antioxidante. El ajo evita la oxidación de las células. La alicina es uno de sus antioxidantes principales.
- Acelera el metabolismo. El ajo permite que el sistema nervioso aumente la producción de la hormona adrenalina, por lo que se incrementa el consumo de calorías.
¿Por qué repite el ajo?
Es muy habitual que muchas personas no digieran bien el ajo. ¿Pero cuál es el motivo por el que repite? La culpa la tienen el metanol y el sulfuro de alilo, dos sustancias que se liberan al pasar por los órganos del aparato digestivo y que alcanzan su máximo nivel a las seis horas de la ingesta. A las 18 horas, cómo máximo, se descompone y desaparece.
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