Estilo de Vida

Tu hijo pequeño también sufre ansiedad: 5 síntomas por los que deberías ponerte en alerta

  • La salud mental no es solo cosa de adultos, también la sufren los niños

El debate de la salud mental está por fin comenzando a introducirse (a pequeños pasos) en la opinión pública y en las instituciones. Sin embargo, cuando hablamos de este asunto, todos lo hacemos colocando en el imaginario colectivo este problema como uno que afecta solo a personas adultas.

Sin embargo, lo que muy pocos saben es que la ansiedad y la depresión también puede ser padecida por los más pequeños. A menudo, cuando los niños y niñas se comportan de manera diferente a la habitual, damos por hecho que están nerviosos o intranquilos, restando importancia a su conducta. Y puede que sí, que solo se trate de eso. 

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Pero es importante que los padres y madres estén pendientes de su comportamiento y observar que si estas extrañas actitudes se mantienen en el tiempo podría tratarse de una cosa mucho más seria que hay que atajar y tratar cuanto antes. La ansiedad no es solo una cosa de adultos, de jóvenes o de adolescentes, los niños también la sufren aunque la manifiestan de forma distinta a los adultos, ya que no tienen las herramientas necesarias para expresarlo como les gustaría.

Uno de cada cinco niños sufre un trastorno psicológico

En una entrevista realizada por La Sexta, la psicóloga Úrsula Perona, miembro de la comunidad de expertos Educar es todo y directora del Instituto Úrsula Perona Psicología avanzada, advierte de "se estima que 1 de cada 5 niños sufre un trastorno psicológico, siendo la ansiedad el más prevalente, por encima de los trastornos de conducta u otros".

"Hay muchos trastornos de ansiedad, desde la ansiedad generaliza, que supone una preocupación excesiva por eventos cotidianos, la fobia o ansiedad social, que implica reacciones ansiosas ante las relaciones sociales, las fobias simples (a las agujas, a los perros, a la oscuridad...) o el trastorno obsesivo compulsivo, caracterizado por obsesiones y compulsiones", añade la experta.

A la hora de evaluar los motivos por los que sucede esto, Perona afirma que puede ser consecuencia de problemas escolares, familiares (discusiones entre los padres, divorcios, muertes o enfermedades, disciplinas...), o experiencias traumáticas. Además, la pandemia del coronavirus "ha precipitado significativamente el empeoramiento de la salud mental en general, de toda la población, pero especialmente de los adolescentes, un grupo bastante vulnerable por los importantes cambios que suceden en esta etapa vital". 

¿Cómo detectar que un niño está padeciendo ansiedad?

Por su parte, el Dr. José Carlos Espín, psiquiatra y coordinador de la Unidad Infantil del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), asegura que aunque los miedos y las preocupaciones forman parte del desarrollo evolutivo habitual de todo niño, existen "determinadas circunstancias puede constituir un problema". Por eso se debe estar muy atento a ver si estos síntomas son aislados o se prolongan en el tiempo.

¿Y cuáles son los síntomas que tienen los niños frente a problemas de salud mental? Estos pueden ser físicos o psicológicos. Respecto a los primeros, es común que los pequeños sufran somatizaciones: que se quejen de que les duele la barriga o la cabeza, o incluso tengan vómitos. También puede que duerman mal, o incluso que sufran insomnio o falta de apetito. 

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En la otra cara de la moneda, en cuanto a los síntomas psicológicos, es habitual observar falta de concentración o cierta irritabilidad. "Si la ansiedad se prologa en el tiempo, suele afectar al estado de ánimo y suele provocar mucho malestar. En ese caso podremos observar tristeza o desánimo, apatía, o bajada del rendimiento escolar", expresa Úrsula Perona, que cree que también puede haber rechazo a acudir al colegio. 

No obstante, de forma general, lo más frecuente es que la ansiedad se manifieste con somatizaciones (especialmente dolores de estómago y cabeza), problemas de conducta, irritabilidad, miedos o fobias y preocupaciones en forma de anticipación. 

¿Qué hacer si detectas que tu hijo puede tener ansiedad?

A todos los padres, madres, tíos, tías, abuelas o abuelos, lo más importante que hay que tener en cuenta es que exista un cambio de conducta en nuestros niños y niñas cercanos. "La idea es que los padres y madres perciban un cambio, un patrón de conducta duradera en el tiempo. Esto no es algo no es algo que aparezca de forma puntual ni de forma transitoria en relación con un estresor porque eso formaría parte de la normalidad. Tiene que haber un cambio en su conducta que persista en el tiempo", afirma Espín. Es ahí cuando nos debemos plantear pedir ayuda.

Ante cualquier duda, lo más responsable es pedir ayuda profesional. Una evaluación por parte de un psicólogo experto permitirá si existe un trastorno de ansiedad y, de confirmarse, tratarlo. Para diferenciarlo de unos "nervios" o "estrés puntual" hay que ver el impacto que tiene esto en su día a día, en su vida cotidiana. 

"Una buena evaluación por parte de un psicólogo infanto juvenil nos permitirá saber si existe un trastorno de ansiedad y en ese caso, tratarlo. La detección temprana y la intervención terapéutica mejoran significativamente los síntomas, y lo que es más importante, evitan que se cronifiquen. No olvidemos que en torno al 50% de los problemas psicológicos tienen su origen en la infancia y la adolescencia", afirma la experta.

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