El proyecto de Catalina Escobar (1970, Bogotá) no comienza con una historia feliz. En 2001, su hijo Juan Felipe, con un año y medio de edad, fallece en un accidente doméstico. A partir de ese duro golpe, ella siente que tiene que hacer algo más por las personas vulnerables y necesitadas, que tiene que trabajar por la humanidad. Y así nace Fundación Juanfe, en honor a su pequeño.
El primer reto de la organización era bajar la mortalidad infantil de Bogotá, y lograron reducirla en un 81% en siete años sin ayuda pública. Más tarde, Escobar atisbó junto a su equipo que el problema de la mortalidad infantil tenía un trasfondo mayor, que era el embarazo adolescente. Tras siete años trabajando concienzudamente para entender a fondo la problemática, crearon un modelo 360 grados que trabaja con madres adolescentes en situación de vulnerabilidad y extrema pobreza en Cartagena y Medellín (Colombia), que ampliaron más tarde hasta Chile y Panamá bajo el modelo de franquicia social.

En Colombia, una de cada cinco madres es adolescente, es el tercer país de América Latina con más casos de maternidad temprana. Un problema que ha dejado de ser exclusivamente de salud pública y se ha convertido en un obstáculo para el progreso. Estas adolescentes se encuentran fuera de la pirámide de desarrollo, en situación de extrema vulnerabilidad económica, biológica, humana y social. Con alto riesgo de repetir de nuevo embarazo y perpetuar por tanto los ciclos de pobreza.

Ahora, tras más de 20 años de trabajo en diferentes lugares del mundo, con una labor que ha impactado a 250.000 personas, incluidas las madres adolescentes, sus hijos y familias, la Fundación Juanfe ha sido galardonada con el 'Premio al Mejor Proyecto por su impacto social' de Fundación Mapfre. La celebración de los premios tuvo lugar el pasado 6 de octubres en el Casino de Madrid, en un acto que fue presidido por la reina Sofía. La dotación global es de 120.000 euros.

¿Qué se siente al recibir un premio de esta categoría tras dos décadas de trabajo?
Imagína que te llama el presidente de la Fundación Mapfre para decirte que fuiste una de las galardonadas, por encima de 1.200 personas que podían serlo. Y cuando te dicen cuál será el importe económico y que encima se entrega a manos de la reina Sofía, es una alegría muy grande. Este año cumplimos 20 años de operación de Juanfe, así que es un regalo enorme para todos los años de trabajo de todas las personas que formamos la Fundación y que estamos implicadas en la transformación a través de este modelo.
Yo no espero premios, porque cuando uno está al servicio de las personas, no es ese el objetivo. Pero aún así, estas sorpresas son muy bonitas, porque es un respaldo a toda una gestión que venimos haciendo.

¿Cómo y cuándo se pone en marcha 'Juanfe'?
Iniciamos en 2001 en Cartagena, con la idea de reducir la mortalidad infantil de la ciudad. Estuvimos operando la sala de cuidados intensivos neonatales en un hospital público, uno de los más pobres. Ahí estuvimos durante unos años, hasta que nos dimos cuenta que el problema de la mortalidad infantil iba más allá, y era el embarazo adolescente.
Así es como nace nuestro modelo 360 grados que empodera a madres adolescentes primigestantes, en condiciones de pobreza extrema y vulnerabilidad.

¿Quién forma parte del proyecto?
Somos cerca de 108 empleados directos en las tres sedes: Cartagena, Medellín y Bogotá, todos trabajando por sacar adelante a estas jóvenes, formarlas, empoderarlas, volver productivas y devolverles la dignidad.
Tenemos nuestros donantes, que creen en el modelo y hacen que podamos llegar a esta población tan vulnerable. También están nuestros aliados estratégicos, embajadores y voluntarios.

¿De qué actividades e iniciativas se compone el modelo 360 grados de 'Juanfe' para ayudar a las madres adolescentes?
Hoy la Juanfe focaliza su atención en madres adolescentes primigestantes entre los 16 y 19 años. Ellas deben pasar por un proceso de selección que es definitivo para el éxito del programa y que garantiza que estas jóvenes puedan permanecer dos años que dura la intervención, graduarse de una técnica laboral, y tener capacidades necesarias para tener un desempeño en los sectores productivos en donde trabajen al final del modelo.
El modelo 360 grados de la Juanfe es un modelo que tiene tres componentes esenciales: la reparación psicosocial de las adolescentes desde lo más profundo de su corazón, es una reparación que hace que los resultados del modelo puedan ser sostenibles en el tiempo, que termina en un empodermaiento porque adquieran herramientas emocionales y sociales. El segundo componente es el de la formación técnica laboral, ellas estudian una carrera técnica laboral, se graduan mientras están en el modelo. El tercer componente es la inclusión laboral, trabajamos con el sector privado, que son un actor muy importante en términos de empleo responsable.
Todo esto hace que hoy seamos un proveedor de mano de obra femenina calificable muy imporante. Tenemos una red de aliados que valoran mucho la inclusión social y laboral de las adolescentes con las que trabajamos.
Además, en Cartagena tenemos un programa junto a Mercy Corps para atención a población migrante venezolana en el que ya llevamos casi dos años, este programa es para mejorar el acceso a servicios de apoyo de protección crítica para niños, niñas, adolescentes y jóvenes y aumentar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, atención primaria de salud, prevención y servicios de promoción de higiene para migrantes venezolanos vulnerables en la ciudad. Con este programa esperamos atender a más de 3 mil personas.

En cifras, ¿cuántas mujeres han sido ayudadas ya por 'Juanfe'?
En estos 20 años que tiene la Juanfe, hemos atendido de manera directa a 245 mil personas en los distintos programas que ha tenido la Fundación en su historia. El modelo de desarrollo social que hoy concentra su atención en madres adolescentes en situación de pobreza extrema, ha atendido a más de 20 mil jóvenes con sus hijos y miembros de familia, eso hace que tengamos una población muy amplia atendida por nosotros.

¿Qué iniciativas cree que podría implementar el país para intentar paliar este problema?
En Colombia no existe una política pública clara y coherente para el embarazo adolescente. Se han hecho esfuerzos locales de algunos gobiernos en temas de prevención pero no en la atención a estas jóvenes.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en Colombia, en el segundo trimestre de 2021 hubo un incremento de 22,2% de los nacimientos en niñas menores de 14 años en comparación con el mismo período de 2020. Esto quiere decir que mientras en ese período de 2020 hubo 946 nacimientos, este año hubo 1.156.
¿Qué refleja esto? Es el resultado de la pandemia, de las cuarentenas que tuvimos el año pasado. Hay que entender que el embarazo adolescente es un perverso círculo de pobreza que hace que no seamos económicamente sostenibles.
Hay que trabajar en prevención, en salud sexual y reproductiva, en educación sexual para nuestros jóvenes. Y también tener un plan de atención para esta población tan vulnerable como lo son las madres adolescentes.
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