Los episodios de estrés son algo común y que la mayoría de las personas sufren con relativa frecuencia. Aunque se trata de una reacción normal del organismo que nos mantiene alerta ante situaciones inciertas, en ocasiones aparece de manera recurrente o intensa y puede llevarnos a desarrollar dolencias y otras complicaciones, tanto físicas como psicológicas.
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A nuestras circunstancias personales se suman también otros acontecimientos externos que pueden generar una presión extra sobre nosotros y amplificar la sensación de estrés y los episodios de ansiedad. En este mes de septiembre, además de la tradicional vuelta a las responsabilidades y a la rutina, seguimos haciendo frente a la pandemia de Covid19, sintiendo los efectos del confinamiento y los cambios de hábitos en nuestros entornos laborales, familiares y sociales.
En este contexto es común encontrar un repunte de los casos de estrés y ansiedad. Según datos del CIS, más de un 20% de las personas encuestadas cumplía criterios de depresión y casi un 20% de trastornos de ansiedad en España a raíz de la pandemia.
Un elemento clave para combatir el estrés es la actividad física y la práctica de deporte. Según el estudio elaborado por EuropeActive a raíz de la pandemia de Covid19, llevar un estilo de vida activo reduce las complicaciones de salud derivadas del estrés y mejora el sistema inmunológico.
Desde Basic-Fit recuerdan que para mantener a raya el estrés en nuestro día a día y evitar que los episodios pequeños o aislados se compliquen, es importante reconocer el estrés -no siempre es fácil identificarlo- y desarrollar las herramientas para gestionarlo, que van desde el ejercicio hasta la escucha activa.
Escucha a tu cuerpo
El estrés se manifiesta en forma de dolores de cabeza recurrentes, pero también a través del insomnio y otros problemas para dormir y descansar, la irritabilidad y cambios de humor, o la pérdida de interés en nuestro trabajo o actividades.
Realizar ejercicios de estiramiento diarios acompañados de una respiración consciente nos ayuda a concentrarnos en nuestro cuerpo, identificar tensiones y liberarlas. Un buen momento para ello es al comenzar el día, para empezar nuestras actividades con más energía y serenidad. También es importante tomarse descansos a lo largo de la jornada y unos minutos para caminar si pasamos mucho tiempo sentados.
Sigue una alimentación sana y equilibrada
Una buena alimentación ayuda a lidiar con el estrés. Es importante comer con la frecuencia adecuada para evitar fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre que nos puedan generar bajadas o la sensación de somnolencia y de estar aturdidos. Hacer comidas pequeñas pero frecuentes nos ayuda a mantener unos niveles óptimos, lo que genera un equilibrio en nuestro cuerpo, aumenta la energía, nos mantiene concentrados y previene los cambios abruptos de humor.
No podemos olvidar que seguir una alimentación adecuada también afecta a nuestras emociones. Elige alimentos frescos que sean ricos en vitamina B, vitamina C, magnesio, zinc y omega 3. Además de una buena nutrición, los suplementos dietéticos también pueden ayudarte a afrontar mejor el estrés o a recuperarte de algún periodo estresante.
Dedica unos minutos al día a realizar ejercicios
Además de los estiramientos, hay otros ejercicios y posturas beneficiosos para controlar el estrés y mejorar el bienestar general que no nos llevarán mucho tiempo y podemos incorporar en nuestra rutina, incluso los días que no podemos entrenar.
Uno de nuestros favoritos para aquietar la mente y poner a punto el cuerpo es la postura del feto. Sobre las rodillas, lleva los glúteos hacia los talones. Inclínate hacia adelante y apoya la frente en el suelo. Estira las manos delante de ti, o ponlas a tus costados. Respira por la nariz y trata de que la respiración llegue por tus pulmones hasta el abdomen. Mantén la postura mientras te sientas a gusto.
Un paso más allá: rutinas de entrenamiento
Septiembre puede aumentar un poco nuestros niveles de estrés, pero también nos ofrece la oportunidad de incorporar nuevos hábitos y mejorar nuestras rutinas. Para gestionar el estrés, no solo cuando ya padecemos, sino para prevenirlo y sentirnos más preparados para hacerle frente, el fitness y actividad física son nuestros mejores aliados.
La actividad física, el ejercicio y el deporte, son grande aliados a la hora de reducir el estrés y mejorar el bienestar general, ya que nos ayudan a liberar endorfinas y disminuir la tensión nerviosa: nos ayuda a olvidar los pensamientos negativos y a concentrarnos en nuestro cuerpo.
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