Pese a ser un proceso natural que afecta a todas las mujeres y hembras de todos los mamíferos del mundo, a día de hoy no existe información demasiado específica sobre el fin de la edad reproductiva, ya que son muchos los factores que influyen. Sin embargo, un nuevo hallazgo podría suponer un antes y un después en la identificación de los factores genéticos que intervienen en este proceso, gracias a un grupo de científicos que ha identificado 290 zonas del genoma humano que influyen en la llegada de la menopausia.
El trabajo, publicado esta semana por la revista Nature, ha sido llevado a cabo por un grupo de 300 científicos de todo el mundo que han estudiado el genoma de más de medio millón de mujeres conservado en varias bases de datos. Según desarrolla la investigación, se ha encontrado al menos 290 variantes en aquellas mujeres con un fin de la vida reproductiva que se alejaba de la edad media. Esta cifra supone multiplicar por cinco las modificaciones genéticas que se sabía afectaban a la fertilidad natural.
El profesor Ignasi Roig, responsable del equipo del Instituto de Biotecnología y Biomedicina de la Universitat Autònoma de Barcelona y coautor del estudio, explica qué cambios en determinados genes aparecen asociados con "una menopausia tardía, de hasta tres años y medio". "Hay otras mutaciones que conllevan un adelanto", añade.
Todas las mujeres nacen con un número limitado de óvulos, y el fin de estas reservas suele darse entre los 47 y 52 años. No obstante, "muchos de los factores que determinan la duración de la vida reproductiva y la mayoría, incluyendo las influencias nutricionales, están por descubrir", desembrolla en la misma revista Krina Zondervan, del departamento de la mujer y la salud reproductiva de la Universidad de Oxford.
Con todo, estos hallazgos, además de aportar más libertad a las mujeres a la hora de decidir el momento de reproducción, podrían ayudar a predecir qué féminas tienen riesgo de tener manopausa antes de lo que la media estipula. "Esperamos que nuestro trabajo ayude a proporcionar nuevas posibilidades para ayudar a las mujeres a planificar el futuro. Al encontrar muchas más de las causas genéticas de la variabilidad en la aparición de la menopausia, hemos demostrado que podemos empezar a predecir qué mujeres podrían tener una menopausia precoz y, por lo tanto, luchar para quedar embarazadas de forma natural. Y como nacemos con estas variaciones genéticas, podríamos ofrecer este consejo a las mujeres jóvenes", subrayaba la doctora Katherine Ruth, de la Universidad de Exeter y coautora del estudio.