Además de los órganos vitales que todos conocemos y de los que oímos hablar a lo largo de nuestra vida, existen otros, como el bazo, algo más desconocidos pero con una función muy importante. El bazo es un órgano que se encuentra a la izquierda, justo debajo de la caja torácica. Forma parte del sistema inmune del organismo humano y su función es 'gestionar' correctamente las células sanguíneas: destruye las células viejas, ayuda a producir células nuevas y mantiene cierta reserva celular en caso de emergencias.
Además, este órgano previene infecciones produciendo glóbulos blancos (linfocitos) y actuando como una primera línea de defensa contra los organismos que causan enfermedades. Almacena glóbulos rojos y plaquetas, que son las encargadar de ayudar a coagular la sangre.
La forma más habitual de dañar el bazo -o la más escuchada- es a través de un fuerte impacto, ya sea en un accidente de coche, un golpe deportivo o una reyerta. Sin embargo, y pese a que no se suela tener en cuenta, esta no es la única forma de dañar este importante órgano, ya que la alimentación también puede deteriorar la salud del mismo.
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Aunque no existe una dieta específica que indique cómo debemos cuidar el bazo, sí hay alimentos que debemos evitar para reducir la inflamación y mejorar el sistema inmune.
Alimentos que debemos evitar
Al igual que existen alimentos antiinflamatorios (como las espinacas, el pescado, las nueces, el brócoli o las cerezas), existen otros alimentos inductores de inflamación o proinflamatorios. Todos estos son los que debemos evitar para cuidar la salud del bazo. A continuación, los más desacosenjados.
-Aceites vegetales (no todos son proinflamatorios, por ejemplo, el aceite de oliva está relacionado con numerosos beneficios para la salud).
-Productos procesados
-Cereales
-Carbohidratos refinados
-Grasas trans
-Alérgenos