La zona elegida por la Familia Real para su veraneo 'secreto' combina una gastronomía espectacular, paisajes maravillosos, playas, monumentos llenos de historia y ausencia de turistas españoles que, por lo general, no suelen visitar ese área del sur, en el tacón de la bota italiana. Se ha dicho que doña Letizia podría reunirse allí con su hermana Telma y su cuñado, Jaime del Burgo, y hasta se ha comentado que su madre, Paloma Rocasolano, podría aprovechar estos días para consolarse junto a sus hijas y sus nietas. A falta de confirmación, podemos asegurar que es un plan perfecto para cualquier viajero.
El lugar elegido por Letizia para iniciar sus vacaciones privadas, después de su fugaz paso por Estambul, es un verdadero paraíso turístico. Desde la costa napolitana (Sorrento, Positano, Amalfi, Ravello, Pompeya, Vietru Sul Mare...) a la región de Puglia (Bari, Lecce, Otranto, Ostuni, Alberobello...) sin olvidarnos de la joya de Basilicata, Castelmezzano.

A falta de conocer detalles concretos de la ruta escogida por la Reina y su familia, y que ahora está siendo peinada por avezados paparazzi, podemos aproximar que Letizia podrá gozar de una maravillosa gastronomía en lugares como los restaurantes Retrogusto (Otranto, Puglia), Al Convento (Cetara, Nápoles) o L'Aratro (Alberobello, Puglia), por poner tres ejemplos.

Solo en Sorrento (Torna a Surriento, que cantaba Pavarotti) hay cuatro restaurantes con estrellas Michelin: con magnífico pescado y están los mejillones de Taranto o los erizos de Gallipoli, aparte de, por supuesto, las pizzas más suculentas de Nápoles. En la comarca de la Campania, cuya capital es Nápoles, se cuecen los tarallini napolitanos, se exprimen los limones gigantes de Sorrento y los tomates (pomodori) de San Marzano, sin olvidarnos del 'Baba', el pastel napolitano más famoso.

Sin embargo, en el sur de la bota italiana no hay mucho turismo extranjero, sin duda, una de las razones por las que la mujer de Felipe VI ha elegido este recorido. Sí suele haber más españoles hacia la costa oeste de Nápoles y Pompeya, pero es muy poco común encontrar compatriotas en la costa este de Puglia, Apulia o Costa Salentina (por la región del Salento) como les gusta decir a los italianos.

No debemos olvidar la visita obligada de Positano, con lugares únicos como Pompeya (aunque ahí sí hay españoles a menudo), Sorrento (que es como la Marbella del sur italiano), la postal de Positano (el pueblo más bonito de la costa Amalfitana), Amalfi y Ravello (y su famoso festival del música), además de Vietru sul Mare.

Conducir por la costa amalfitana es complicado y con dos niñas puede llegar a ser una pesadilla: recorrer 100 kilómetros puede suponer cuatro horas en coche y en Positano o Amalfi los aparcamientos cuestan más de cinco euros la hora.

Pero vale la pena desplazarse por ejemplo a Cetara, cerca de Vietri Sul Mare y en plena costa amalfitana, para cenar en el restaurante Al Convento. En esta comarca, llamada la Campania, también se encuentra la isla de Capri, con más fama que atractivo, como ocurre con otros lugares supuestamente emblemáticos.
Si doña Letizia tiene ganas de moverse, puede que se atreva a atravesar el tacón de la bota italiana de oeste a este y se adentre en Castelmezzano, en medio de la zona de los Dolomitas.
Por la autovía a Bari (ruta más larga pero menos sinuosa) se llega Tarento, el lugar donde el pasado lunes anunciábamos que estaba doña Letizia. Tarento, ya en Puglia, es sobre todo un destino perfecto para saborear pescados y mejillones. Hacia el sur está Lecce, la llamada Florencia del sur.
Puglia, bañada por los mares Jónico y Adriático, es también la tierra de los 'orecchiette' (pasta con forma de oreja que se elabora sin huevo) con la cime di rapa (salsa de espinacas) de plato estrella de la zona. Estos lugares de ensueño los forman la ciudad blanca de Ostuni, los Trulli de Alberobello, haciendo una parada obligada en el restaurante L'Aratro, cuna del slow food, los farallones de Roca Vechia y San't Andrea, la maravillosa Gallipoli, las 'maldivas' italianas -playa de Pescoluse- y Otranto con su muralla.
Otras opciones muy recomendables son Bríndisi, Locorotondo, Bari, Trani (con su catedral en el mar), Monópoli y Polignano a Mare, con sus famosas discotecas de playa (Capitol). Y por supuesto, también podrá la Familia Real bañarse en playas impresionantes en esta zona.