Unos cuatro centímetros de alto miden los kitten heels. Son los tacones que doña Letizia ha incorporado a sus looks este curso. Son cómodos, son de altura media y no son tan finos como los salones de aguja. Ideales.
Hace ahora un año, la Reina comentó que el uso de zapatos de tacón durante muchas horas y con mucha frecuencia le ha provocado metatalsargia, tal y como publicó El País. Poco después, en octubre, deslizó a los medios que estábamos en el Palacio Real de Madrid una dolencia más: el neuroma de Morton, un engrosamiento del tejido que rodea el nervio que se extiende a los dedos del pie. Esta es una de las razones de peso que le ha llevado a alternar tacones de diferentes alturas y a decantarse por calzado más cómodo. Por ejemplo, las alpargatas en todas sus formas y colores se han convertido en su básico del verano.
Ahora, camino del otoño, Letizia se ha volcado en este formato de tacón medio: el kitten heel. Lo ha lucido en varios colores, en negro, en nude y en azul, con hebilla y sin ella.



Como Audrey Hepburn
Los kitten heels nos remontan a Hollywood, a los dorados años 60 y a una irresistible Audrey Hepburn como big bang del glamour en Desayuno con diamantes.

También nos lleva al New Look de Dior de los años 50. Este tacón tan cinematográfico es tendencia de otoño.
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