Todo listo en la isla de Wight para el campeonato del mundo de barcos de 6 metros, que se disputa en esta costa británica desde este jueves 31 de agosto al 8 de setiembre. El Bribón 500 de Juan Carlos de Borbón, Pedro Campos y una tripulación extraordinaria, con regatistas olímpicos de alto nivel, ya están en aguas de la localidad y la llegada del rey emérito es inminente.
Con casi 15 kilos menos de peso y el entrenamiento que supuso navegar en Sanxenxo el pasado mes de julio, el antiguo jefe del estado quiere reconquistar el título mundial que le fue arrebatado a su barco por un equipo francés, actual campeón del mundo. Este Bribón es un precioso yate antiguo de madera, adaptado para que el rey navegue cómodamente sentado. El asiento del patrón va recubierto de piel con un diseño en forma de V para que don Juan Carlos se sienta cómodo y no sufra ningún contratiempo.

El barco, con el padre de Felipe VI al timón, ganó la regata mundial en 2017 y 2018, además de dos campeonatos europeos, el último en Sanxenxo. Y al puerto gallego regresará el suegro de doña Letizia el 28 de setiembre para seguir disfrutando de su afición favorita, ya que otro de sus hobbies, la caza, resulta difícil para él de practicar por sus problemas de movilidad.
Don Juan Carlos regresa a territorio británico, donde todavía está pendiente de resolver la demanda que le ha puesto Corinna Larsen, en la que su antigua amante le exige la cifra de 146 millones de euros en concepto de daños y perjuicios por la supuesta campaña de acoso que sufrió cuando el emérito le reclamó que le devolviera los 65 millones que, según la alemana, le había regalado unos años antes "por gratitud y amor".

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