Que Victoria Federica lleva ahora el título de la nieta más fiestera de Juan Carlos I no es mentir. La joven, de 22 años, ha hecho que todas las sonadas juergas de Froilán se queden en el pasado. Ha ayudado, no obstante, que su hermano se haya ido a vivir a Abu Dabi, donde no tiene el mismo interés mediático ni existe ese seguimiento de paparazzis.
Mucho se ha hablado estos días de la salida nocturna de la influencer de nuestra Familia Real con su prima, Irene Urdangarin, de 18 años, en Madrid. Según trascendió, la fiesta acabó por todo lo alto, incluso, con algún beso de Vic al hijo de la modelo Valeria Mazza.

Que la benjamina de los Urdangarin esté en primera línea de actualidad por una fiesta no es algo que le guste a su madre. La infanta Cristina se ha esforzado por darles una educación ejemplar a sus hijos e Irene ha mantenido una vida muy discreta en Suiza. Y así se lo ha hecho saber a su hermana, la infanta Elena.
Según cuenta Monarquía confidencial, las hermanas han tenido una fuerte discusión por esta juerga de primas. Cristina cree que Vic ha llevado "por el mal camino" a su hija, que no está acostumbrada a que sus pasos tengan tanta repercusión mediática. Aunque Irene le insistió a su madre que había sido una fiesta "sin mala intención", la exduquesa de Palma no ve bien el estilo de vida de su sobrina.

La hija de Cristina e Iñaki Urdangarin comenzará en septiembre sus estudios en un centro de hostelería muy elitista que forma a sus alumnos para ser futuros directores y gestores de importantes complejos hoteleros. La hija de Jaime de Marichalar, por su parte, está en Marbella apurando el verano y disfrutando de conciertos como el de Black Eyed Peas en el Starlite Occident Festival.