Casas Reales

Harry, en su histórica declaración ante el juez: sobre el mayordomo de su madre, "esa mierda de dos caras"

Ha acaparado todas las portadas de la prensa británica. Harry aterrizó en Londres, llegó al Tribunal Superior de Justicia y declaró ante el juez. De nuevo, arrasó mediáticamente. Cada palabra que dijo en la sala ha sido evaluada y analizada con lupa. "Angustia", "locura", "conducta injustificada y vil", "tensión" fueron algunas de las que utilizó el duque en esta vista del martes 6 sobre la demanda que interpuso a la editorial de prensa Mirror Group Newspapers por unas supuestas escuchas telefónicas ilegales para recabar información sobre él cuando era joven y en sus años de noviazgo con Chelsy Davy.

Cuatro horas de declaración jurada. Harry llegó con mucha energía. Sonreía a las puertas de los Juzgados. En su intervención, el hijo de Carlos III cargó contra el grupo MGN, editor del Daily Mirror, Sunday Mirror y Sunday People, a quienes acusó de causarle tanto dolor y daño en el pasado. "Algunos periodistas y editores tienen sus manos manchadas de sangre", llegó a decir en clara referencia a la muerte de madre Diana de Gales en 1987. Cita la CNN que el duque escogió 33 artículos, de los 140 que tenía recopilados, para glosar sus palabras ante el juez. "Cada uno de estos artículos me ha causado angustia", se quejaba. En esos reportajes están las claves de su demanda.

¿Móvil a los 12 años?

Harry entró al trapo en el asunto de las escuchas ilegales y aseguró que era víctima de espionaje telefónico. Incluso llegó a comentar que sufrió este pirateo ilegal cuando tenía solo 12 años, en 1996. Una grave contradicción porque entonces no disponía de móvil, publica The Sun. De hecho, tuvo que reconocer que la primera que vez que dispuso de un teléfono propio fue en 1998, cuando ingresó en el prestigioso Eton.

Sobre el mayordomo de su madre, Paul Burrell, tuvo que admitir que en el año 2003 habló sobre él como "esa mierda de dos caras", tal y como recoge The Sun. Burrell, persona de máxima confianza de Diana en sus años de asistente, comenzó a dar entrevistas sobre la princesa después de la muerte de esta. Lo que supuso un duro varapalo para Harry, jovencísimo en aquel entonces, que le dio la espalda por su indiscreción.

Tampoco dejó atrás a james Hewitt, amante de su madre. El duque deslizó uno de sus grandes temores de aquellos años: que su padre fuera Hewitt. Tanto, que admitió que hasta le daba "miedo" que le "expulsaran de la familia real".

El duque siguió con su narrativa de reproches y entró en la especulación al afirmar que a los tabloides les interesaba que siguiera "soltero" porque vendía "más periódicos".

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