Casas Reales

Harry y Meghan ahora quieren ser discretos: ni más lágrimas en Netflix ni más libros de memorias

Volantazo en la estrategia de comunicación de los duques de Sussex. Hace tres años que Harry y Meghan activaron el botón de Megxit, abandonaron Londres y se despidieron de la Familia Real. Buscaban privacidad, espacio para vivir una vida tranquila. Qué curioso porque, desde entonces, no han parado de exponerse en los medios. De una forma u otra, han estado presentes en las portadas de los tabloides y en la televisiones del mundo. Si viral fue aquella histórica entrevista que concedieron a su amiga y vecina Oprah Winfrey, la serie documental de Netflix nos pasó por encima como un tsunami mediático. Sobre todo, provocó movimientos tectónicos en el Palacio de Buckingham por la imagen de victimismo que los duques proyectaban. Lo peor no había llegado todavía. Explosionó en forma de unas devastadoras memorias autobiográficas. En el libro En la sombra (Spare), Harry se vació por dentro y aireó todos los trapos sucios de su familia, de su hermano y de su padre. ¿Y cuál es el resultado de toda esta mega exposición en medios y en redes? ¿cuál es el balance? Negativo. Según The Sun hay un giro de estrategia. No más lágrimas en público. No más victimismo. Toca ser discretos. La pregunta tiene más aristas. ¿Por qué ahora este volantazo en su campaña de comunicación? ¿Tiene que ver con los rumores de ruptura matrimonial?

Abunda The Sun en esta historia de la discreción de Harry y Meghan y escoge las palabras "espectacular cambio de dirección". Según cita el medio, esta sorprendente innovación en su campaña de imagen pública atiende sencillamente a una falta de material. ¿Se han quedado sin secretos, sin pasado que airear, sin trapos sucios que mostrar al mundo? De ser así, ¿qué pasa con ese supuesto nuevo contrato millonario que están a punto de firmar con el gigante del streaming para rodar una película documental sobre las desavenencias con sus respectivas familias? Si se han quedado sin material, de qué van a hablar. 

El relato del desconsuelo que se agota

El público, la audiencia y sus fans en redes estarían cansados de su relato del desconsuelo. Llevan tres años non stop. Hasta tal punto que el hijo de Carlos III y su mujer habrían tomado la decisión de poner fin a esa narrativa de llanto, lágrimas y pena. Este deseo coincide con el susto que se llevaron en Nueva York tras haber sufrido una persecución de unos paparazzi que fue calificado como un episodio "casi catastrófico" y que nos recordó al terrible accidente que acabó con la vida de Diana de Gales en 1987 en París.

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