En la noche de este martes 16 de mayo, Meghan Markle recogió un premio por su labor feminista y estuvo arropada durante la gala por el príncipe Harry y por su madre, Doria Ragland. Sin embargo, no todo fueron sonrisas, pues al terminar los Foundation Women of Vision Awards, celebrados en en el Ziegfeld Ballroom de Nueva York, los duques de Sussex y la madre de la actriz sufrieron un percance.
"Anoche, el duque y la duquesa de Sussex y la Sra. Ragland estuvieron involucrados en una persecución automovilística casi catastrófica a manos de un círculo de paparazzi muy agresivos", ha transmitido el portavoz de los duques este miércoles en un comunicado remitido a la agencia Reuters.
En la misiva, añadieron: "Esta persecución incesante, que duró más de dos horas, resultó en múltiples colisiones cercanas que involucraron a otros conductores en la carretera, peatones y dos oficiales de NYPD (Departamento de Policía de Nueva York)".
Inevitablemente, esta historia nos ha recordado al trágico final de Lady Di, aquel fatídico agosto de 1997, cuando la princesa de Gales perdía la vida en París tras huir de los objetivos de las cámaras. Afortunadamente, el incidente ocurrido con Harry y Meghan no tuvo graves consecuencias.
El pasado 6 de mayo, Harry volvió a pisar Londres para acudir a la coronación de su padre, Carlos III. La vivió desde un segundo plano. Las aguas no bajan calmadas. En enero volvió a generar una auténtica revolución en el Palacio de Buckingham con la publicación de sus demoledoras memorias, En la sombra.
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