Carlos III ha tendido tres puentes clave con los duques de Sussex. No le queda tiempo al monarca. Su coronación es ya y quiere cerrar heridas del pasado con su hijo Harry y con su nuera, Meghan. Pese a los puentes del Rey, los duques no han confirmado aún su asistencia. Esto es lo que opina el experto royal, ex periodista y productor de la BBC Tom Bower en la revista OK!: "Es mejor que no vengan".
Carlos III ha invitado a Harry y Meghan a su coronación. Si asisten, les permitirá alojarse en Frogmore Cottage, la que fuera su última residencia oficial antes de activar el botón del Megxit y abandonar Londres. Y un tercer puente más: el Rey acepta que Harry y Meghan llamen a sus hijos el príncipe Archie y la princesa Lilibet. Curiosamente, el pequeño Archie cumple 4 años el mismo día de la coronación de su abuelo, el 6 de mayo.
Las peticiones de Harry
El príncipe tendría sus propias peticiones para viajar a Londres con su mujer, tal y como publica el citado medio: aparecer en la fotografía de familia del balcón del Palacio de Buckingham. Un posado marcado por una condición: ser miembro activo de la familia real. Algo que no cumplirían los Sussex. Y por otra parte, que los pequeños Archie y Lilibet estén en el protocolo de la ceremonia.

La cara b de la fotografía
Le queda poco margen al monarca, apenas unas semanas, para su gran día en la Abadía de Westminster, y desearía ver a su familia unida. Sin embargo, esa fotografía de unidad tiene una cara b: el protagonismo absoluto que despiertan los Sussex en Reino Unido, que acaba eclipsando el entorno. Acaparan todos los focos, desvían la atención y se desvirtúa el contenido del evento. Son como un tsunami mediático. Así sucedió en el Jubileo de Platino de Isabel II.
El experto en royals Tom Bower, autor de Revenge, opina en la revista OK! que "el daño ya está hecho". Les afea que hayan priorizado "monetizar" sus vidas, en lugar de reparar vínculos. Las devastadoras memorias de Harry En la sombra han impactado de forma muy negativa en la imagen de la institución y eso tiene consecuencias. Según Bower, "sería lamentable" que los Sussex asistieran a la ceremonia de Londres. "Su presencia ensombrecería" el acto, zanja. Además, el autor califica a Harry y Meghan, por su proyección pública desde que viven en EE UU, como "antipáticos, hostiles y vitriólicos". Y añade que son "terriblemente negativos".
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