Bellísima, empoderada y enamorada. Kate Middleton arrasó en la alfombra roja de los Bafta con un lookazo de diosa griega de inspiración nupcial firmado por Alexander McQueen. Un vestido de rescate de 2019 que customizó a su gusto con unos guantes muy cinematográficos de inspiración Rita Hayworth. A su llegada al evento, una cámara de televisión registró el gesto cariñoso de la princesa de Gales que le dio un cachete en el trasero a su marido, una cariñosa venganza tras los rumores de adulterio que lanzaron los tabloides este fin de semana y que los príncipes de Gales acallaron este domingo ignorando el chascarrillo y apareciendo juntos y sonrientes, con gestos tan espontáneos. Un detalle, entre risas cómplices, que lleva implícito un mensaje de complicidad en medio de rumores de crisis por la supuesta relación del hijo de Carlos III con Rose Hanbury, íntima de Kate.

Desde 2020, cuando estalló la pandemia, no asistían Guillermo y su mujer a estos renombrados premios de cine. El heredero, además, como presidente de honor de la asociación desde 2010, ha asistido por primera vez a la ceremonia como príncipe de Gales. El londinense Royal Festival Hall, en Southbank, se vistió de gala para la ocasión. 

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El leve cachete de Kate en el trasero de Guillermo en una alfombra roja plagada de cámaras no es un descuido. Ni lo es ni lo parece. Más bien apunta a un mensaje de complicidad, de amor y de pasión. No hay fisuras en ese matrimonio, pese a los rumores de crisis. Este tsunami creció después de que se comentara que el heredero habría cenado en San Valentín con su presunta amante, Rose Hanbury, con quien mantendría una relación desde 2019. Incluso algunos medios apuntan que Kate estaría al tanto. La princesa y Rose eran amigas, pero rompieron su relación hace años, después del nacimiento del pequeño Louis, el benjamín de Guillermo y Kate.

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