El hombre al que la princesa Diana de Gales se refirió como su "roca", su mayordomo Paul Burrell, teme que pueda llevarse esos secretos a la tumba, sin tener nunca la oportunidad de decirles a los hijos de la difunta princesa, Guillermo y Harry, lo que sabe sobre su madre. El ayudante de lady Di se prepara para pasar por una cirugía de cáncer de próstata, y tanto la enfermedad como el quirófano le han obsesionado con el recuerdo de los momentos privados que compartió con la princesa Diana, cuando ella le confió algunos de sus secretos más profundos.
El mayordomo ha mostrado su deseo de poder decirles a los hijos de la difunta princesa, los príncipes Guillermo y Harry, lo que sabe sobre su madre: "Sé que algunas cosas no son bonitas, pero si dejo este lugar y voy a otro lugar, nunca lo sabrán. Creo que deberían saberlo, ha dicho el hombre de confianza de la princesa, sin desvelar de qué tipo de secretos está hablando.
En una entrevista para el Mirror en su casa en Cheshire, el ex sirviente real se sinceró sobre su estado de salud: "Mi enfermedad ha centrado mi atención en decirles cosas a sus hijos antes de que sea demasiado tarde, decirles lo que realmente deberían saber. Creo que Diana me diría, 'Paul, debes hacer de esto una prioridad. Tienes que ir a ver a mis muchachos'".
El ayudante de la princesa reveló que cuando supo que tenía cáncer de próstata le entró miedo de no tener ya tiempo para poder "decirles la verdad" a los príncipes Guillermo y Harry: "Pasé muchas horas con Diana, tanto en sus momentos más felices como en los más oscuro. Ella me confió y hay muchas cosas de las que nunca he hablado, pero ahora siento que es el momento adecuado", ha confesado.

Paul, de 64 años, fue el mayordomo de Diana durante 10 años hasta su muerte en 1997, no cuenta nada sobre el contenido de los secretos de la princesa, pero cree que "lo que tengo que decir podría hacer que los chicos volvieran a estar juntos, algo que ella hubiera querido desesperadamente. Sólo les diré la verdad, eso es todo. No busco nada a cambio".
Los príncipes, que se han distanciado cada vez más desde que Harry se mudó a Estados Unidos con su esposa Meghan Markle en 2020, y más si cabe tras la aparición del libro de memorias de Harry y las entrevistas que ha concedido para promocionarlo, no están mucho juntos. Paul ha manifestado que le gustaría "intentar hacer mi parte" para verlos reconciliados: "¿No sería maravilloso ver a los chicos reparar su relación y volver a donde deberían estar? Al público le encantaría eso. Aplaudiría eso", ha asegurado durante la entrevista.

Al sirviente de la princesa le encantaría "ver a William poner su brazo alrededor de su hermano, pero no creo que lo veamos porque hay demasiados obstáculos en el camino". Su mayor deseo es tener la oportunidad de sentarse con Guillermo y "llenar los vacíos de esos años que faltan en su mente. El príncipe podría hacerme cualquier pregunta y yo podría responder. Solo quiero decir la verdad. Parte de la verdad puede ser difícil, pero si no lo sabe, no está informado", ha explicado con la intención de que llegue el mensaje a oídos del Príncipe de Gales.
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