La confesión del príncipe Harry en sus memorias En la sombra (Spare) de haber sido el responsable de matar a 25 combatientes afganos le pasa factura. "No es un número que me llene de satisfacción, pero tampoco me avergüenza", escribió el hijo de Carlos III, quien llegó a describir a los talibanes como "piezas de ajedrez". Los hechos ocurrieron entre 2012 y 2013, cuando el príncipe servía para el ejército británico en Afganistán. Ahora, su vida corre peligro, según publica Al Qaida en su revista One Unmah, de la que se hace eco ABC. La publicación lanza amenazas envenenadas contra el hijo del monarca e insta a la Corona a reducir el coste en su seguridad para que sean "las manos islámicas las que se tomen su justa retribución, ya que los crímenes no caen por un estatuto de limitaciones y los hombres correctos caen tras él".
El texto publicado en One Unmah reprocha a la prensa occidental su "mentalidad arrogante", por haber brindado más espacio a las aventuras sexuales de un Harry adolescente que a los episodios de Afganistán. Foto inferior, la portada del libro de memorias, cuyas ventas superaron con creces los más de tres millones de copias en los primeros días de enero.

Las demandas yihaidistas continúan. Reclaman que las familias de los afganos muertos reciban una compensación económica canalizada a través de la ONU y los convenios de Ginebra. Hablan de Harry, al que llaman príncipe Al-Zanim, como un "hombre inglés racista" que está "por encima de los humanos". Y añaden: "Mató a 25 musulmanes afganos a sangre fría, que eran solo piezas de ajedrez en sus ojos". Estos hechos, aseguran, revelan "la discriminación y el amor a la criminalidad en los genes".