La familia real se ha reunido este lunes en la capital griega para dar el último adiós a Constantino, hermano de la emérita doña Sofía. Hacía años que no estaban todos juntos (el caso Noos, Botsuana...) y aunque el motivo del encuentro ha sido triste, parece que les ha reconfortado, sobre todo a los más jóvenes. Así lo ha dejado entrever Victoria Federica con un bonito mensaje en sus redes sociales: "Hay conversaciones que abrazan fuerte".
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La hija de la infanta Elena y su hermano Froilán están muy unidos a sus primos Urdangarin, Juan, Pablo, Miguel e Irene, que han acompañado a su madre, la infanta Cristina, e incluso han tenido que consolarla en varios momentos del funeral. El trato cercano y habitual que tenían hace años, cuando aprendían vela en Mallorca y celebraban navidades en Zarzuela, ha quedado atrás. Las circunstancias y la vida, pues cada uno trata de labrarse la suya, les han distanciado: Froilán y Vic viven en Madrid, Juan en Lisboa, Pablo en Barcelona, Miguel en Londres e Irene en Ginebra.

Las infantas Elena y Cristina han conseguido, a pesar de todo, que sus hijos mantengan unidos los vínculos y lo han demostrado este lunes en Atenas. Atentos y cariñosos no solo entre ellos sino también con sus tías y abuelos, doña Sofía y don Juan Carlos, para los que la compañía y el calor de las últimas horas han sido un bálsamo a pesar de las circunstancias. La ausencia de Leonor y Sofía ha empañado el momento.

El último rey heleno ha sido enterrado este lunes en la finca Tatoi, perteneciente a la familia real griega. Su viuda y sus hijos han contado con el calor de toda su familia española (a excepción de la heredera y su hermana), así como una amplia representación de las casas reales europeas: Guillermo y Máxima de Holanda, Margarita de Dinamarca, Haakon y Mette-Marit de Noruega o la princesa Anna de Inglaterra, entre otros.
