El 19 de enero hará un año de aquella revolución mediática que acabó con los 25 años de matrimonio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Aquel día, se publicaban unas polémicas fotos del ex duque de Palma de la mano de una desconocida rubia a la que más tarde le poníamos nombre: Ainhoa Armentia.

La compañera de trabajo de Iñaki se había convertido en su novia públicamente y el romance, 12 meses después, está más que consolidado. Juntos celebrarán el 55 cumpleaños del exjugador de balonmano este domingo en Vitoria. 

Los que no soplarán las velas con Urdangarin son sus hijos Pablo, Juan, Miguel e Irene, que no conocen todavía a la novia de su padre y que es probable que viajen a Atenas para asistir al funeral de su tío abuelo, el rey Constantino de Grecia, hermano de doña Sofía. No obstante, se reunirán con él en algún momento, tal y como lo hicieron estas Navidades. Estuvieron en Zarzuela en Nochebuena, y en Vitoria en Nochevieja. Allí disfrutaron de su abuela Claire Liebaert y de sus familiares paternos.

Padre e hijos tienen buena relación pese a todo lo que ha ocurrido. De hecho, trascendió que fueron los nietos de don Juan Carlos quienes intervinieron por su progenitor para que Cristina llegase a un acuerdo económico con él y no le dejase "desamparado" tras su separación. La hermana del rey lo ha aguantado todo: el Caso Nóos, el banquillo, el juicio y todo el proceso, incluyendo la estancia en la cárcel del ex deportista. Además, la firma del papel que pone fin a su historia todavía no llega.

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