La presunta mudanza de Froilán a Abu Dabi con su abuelo emérito ha sido una de las noticias del día. Lecturas afirmaba a primera hora de este miércoles que había sido la infanta Elena quien habría obligado a su hijo a alejarse del foco mediático por un tiempo tras verse implicado en una pelea con navajas hace pocas semanas. Sin embargo, hay quien afirma que el joven tan solo se ha trasladado a los emiratos para visitar a don Juan Carlos y que ya tiene listas las maletas para regresar a España.

Según el programa Y ahora Sonsoles, el verdadero motivo del viaje de Froilán habría sido celebrar los 85 años de su abuelo (que cumplió el pasado 5 de enero), por lo que se marchó a Abu Dabi con billete de vuelta a Madrid. Eso sí, la muerte de Constantino de Grecia podría suponer un cambio de planes para el joven, pues no descartan que viaje a Atenas el próximo lunes para asistir al funeral y acompañar a sus abuelos, don Juan Carlos y doña Sofía, ambos muy unidos al último rey heleno.

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Así las cosas, si Froilán tiene planeado instalarse en Abu Dabi, no será ahora. Fuentes familiares consultadas por Informalia nos explican que el hermano de Victoria Federica, que acabó los estudios universitarios el año pasado, podría haber recibido recientemente una generosa oferta fuera de nuestro país, en la sede de una entidad financiera. Hay que recordar que el nieto real realizó prácticas en Londres, donde además de formarse en el mundo de la empresa pudo gozar del anonimato que tanto ansía.

Y es que lo que nadie ha desmentido por el momento es el malestar que han generado las últimas polémicas de Froilán tanto en su casa como en Zarzuela. La infanta Elena y Jaime de Marichalar están desesperados por el comportamiento de su hijo; Felipe VI también, hasta el punto de que llamó a su hermana después de salir a la luz la famosa pelea con navajas. Además, el hecho de que el sobrino del rey cuente con escolta oficial siempre que lo necesite no ha sentado demasiado bien en ciertos sectores y, a sus 24 años, tiene que empezar a sentar cabeza.

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