Casas Reales

Harry y Meghan o cómo escenificar su felicidad máxima en una casa 'fake'

El impacto que ha causado la serie de Harry y Meghan en los medios es global. Los testimonios y las imágenes de los duques de Sussex en su documental han provocado movimientos tectónicos en los tabloides. Cada gesto, cada fotografía y cada palabra se someten a un escrutinio milimétrico. Lo último, la mansión de Harry y Meghan en Montecito (California). Todo apunta a que la propiedad que aparece en el serial de Netflix no corresponde a la casa en la que viven los duques. Así insinúan algunos medios y así lo recoge TMZ. El digital, además, defiende que elegir una casa y convertirla en plató de grabación forma parte de la industria del entretenimiento.

Pues es verdad. Convertir una casa en plató y hacer pasar ese espacio como si fuera un hogar real forma parte de la ficción, de los rodajes y de las series. Eso es lo que habrían hecho los Sussex. Grabar planos, juegos en el jardín y entrevistas en un escenario. No en su casa. Apuntan los medios que la mansión-plató es una finca vecina que está situada también en Montecito. La lujosa casa, con su piscina, spa y gimnasio, se vende por 33 millones de dólares (31 millones de euros). Los Sussex habrían desembolsado 14 millones (13,2 millones de euros) por la suya. Esto también se puede salvar con dos argumentos: primero, se buscaba un escenario más adecuado para las grabaciones. Bien. Argumento dos: Harry y Meghan, en un esfuerzo más por proteger su intimidad, declinan que las cámaras entren en su casa y la productora opta por buscar otra propiedad. Abajo, dos imágenes felices en un jardín, que corresponden al segundo trailer, difundido este lunes 12 de diciembre como anticipo de los nuevos episodios

Esta segunda narrativa no se sostiene porque cae en su propia contradicción. Cómo se puede defender la intimidad de una casa cuando lo estás contando todo de tu vida: emociones, miedos, lágrimas, abrazos o ese momento tan íntimo en que Harry le pide matrimonio a Meghan. Todo esto delante de las cámaras. Por otra parte, el guion de la serie está basado en la verdad de los Sussex. En "su versión" de los hechos y en "su historia". Si contamos la verdad, contamos la verdad. Recrear la felicidad máxima del hogar familiar en una casa que no es se ajusta más a la industria del entretenimiento que a la sinceridad.

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