La tormenta sobre Buckingham no ha escampado. Ni mucho menos. La serie documental de Harry y Meghan en Netflix ha caído como una bomba de racimo en palacio. Las revelaciones de los duques de Sussex en lo que concierne al "sesgo racista inconsciente" dentro de la institución es material sensible. También, en lo que respecta a los tabloides británicos sobre el trato que dispensaron a Meghan en aquellos años de noviazgo. "Matices racistas en artículos y titulares", señala Harry, recordando un comunicado que emitió entonces para proteger a su novia. Las reacciones no se han hecho esperar.

Las píldoras que van soltando Harry y Meghan a lo largo de estos tres capítulos de estreno no dejan indiferente a nadie. Para empezar, la producción del gigante del streaming hace una mención expresa a que la familia real declinó hacer comentarios sobre el contenido de la serie. Esta nota ha sido desmentida por una fuente de palacio, quien ha asegurado a la prensa británica, que nadie de la Casa Real fue contactado por la productora para participar en la serie y dar su versión de los hechos. En este punto, Netflix sí ha insistido en ello y en que el equipo de comunicación de la plataforma contactó con Kensington Palace (residencia oficial de los entonces duques de Cambridge, ahora príncipes de Gales). Desde Kensington admiten ese email remitido por una productora externa, pero añaden que no hubo comunicación de Netflix.
Diarios británicos, citando fuentes de palacio, hablan de "decepción" y "tristeza" tras la emisión de los primeros capítulos del serial. Incluso aseguran que estarían en "muy ofendidos" en The Firm.

Otra píldora, el episodio que narran los Sussex sobre el broche con un detalle racista que lució la esposa del príncipe Michael de Kent, la baronesa María Cristina von Reibnitz. Fue en una cena navideña en Buckingham, después de que los duques anunciaran su compromiso.
Tampoco ha gustado nada la imagen de Diana de Gales en su inolvidable entrevista en la BBC. El propio Guillermo, como hijo y heredero, aplaudió que la cadena tomara la histórica decisión de no volver a emitir imágenes del encuentro de su madre con su entrevistador, Martin Bashir, quien indujo a la princesa a dar la entrevista de su vida después de haber sido engañada.
No ayuda nada que Harry interpretara aquella entrevista como un medio para que su madre contara su verdad en aquel momento tan destructivo para ella. Como tampoco ayuda nada cuando compara la tragedia que sufrió Diana con la vida de Meghan dentro de la familia real.
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