Casas Reales

Meghan se estrena en Netflix con una toalla en el pelo: "H. está en Londres y yo estoy aquí. No sé ni por dónde empezar"

La fotografía de Meghan Markle enjugándose el llanto delante de la cámara es uno de los planos más utilizados por los medios del mundo para ilustrar esta serie documental que Netflix lleva promocionando una semana. En la imagen, la duquesa seca sus lágrimas con los dedos muy estirados, como para no estropearse ni el maquillaje ni la manicura. Ese gesto no transmite la verdad de un momento de tristeza. Es un gesto aprendido y no espontáneo. Cada fotograma de Enrique y Meghan se analiza con lupa. El serial se estrena este jueves 8 de diciembre en todo el mundo y llega como una tormenta que descarga sobre Buckingham. En el teaser, además, se habría difundido una imagen sin el permiso expreso el rey, según The Telegraph. Más leña al fuego.

En una de las primeras escenas de este material inédito se nos muestra a la duquesa con la toalla en la cabeza mientras revela: "H. está en Londres y to estoy aquí. No sé ni por dónde empezar".

El gigante del streaming estrena tres capítulos este jueves 8. Es el aperitivo de una producción que los periódicos británicos han estimado en 88 millones de libras (102 millones de euros).

No es casualidad ese primer plano de la duquesa, con el tiro de cámara mirando al techo como en una videollamada casera. Está muy escogido. Meghan, sin una gota de maquillaje y sin estilismo (aún con la toalla en el pelo), está sentada en el suelo. Lleva unos vaqueros. La imagen busca invitarnos a entrar en su intimidad, en la privacidad de su casa. También invita a que la duquesa nos revele grandes secretos.  

"¿Qué es un paseo?"

Las frases "hay filtraciones, pero también datos falsos", de Harry, y el sonado "juegan sucio", también del príncipe, han levantado ampollas. Tanto que el personal de palacio está que trina. Son los que la prensa llama "los supervivientes de los Sussex".

En otro momento, la actriz recuerda sus primeros pasos en la casa de los Windsor y reconoce que hasta que no dio un paseo real no sabía que significaba eso. "Nunca vi fotos ni vídeos de un paseo. Cómo, ¿qué es un paseo?, lanza la duquesa. "Podría hablar con ella sobre todo lo que sabía por mi propia experiencia y de lo que había visto", trata de explicar su marido. En esa cita en Nottingham surgió un imprevisto con el vestido. La cremallera estalló y tuvo que sujetar la prenda con un imperdible. "Fue simplemente ridículo", asegura la norteamericana.

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