Casas Reales

Corinna Larsen insinúa ahora que le salvó la vida a Juan Carlos I en Botsuana: el vino, la cadera rota y el "plan B"

Nuevo capítulo de Corinna y el Rey, la serie sonora de la princesa alemana que se ha convertido en su herramienta de venganza contra don Juan Carlos. En estas grabaciones, la empresaria vacía el cargador y afea al ex jefe del Estado que detrás de su caída en Botsuana en 2012 está el vino. "El rey se cayó por beber", ha dicho. Un tropiezo que le costó la cadera y su abdicación.

El relato de Larsen está armado hasta que cae en la inconsistencia. La alemana, por su condición de ex amante y testaferro del anterior monarca, tiene una historia que contar. Y lo está haciendo, pero el guion se le va de las manos, cegada por el afán de venganza y por ir a hacer daño. En este cuarto episodio, la alemana va más allá y ceba contra don Juan Carlos y su debilidad por el vino español. 

Cuenta Larsen que el monarca le regaló el safari a Botsuana disfrazado de obsequio para su hijo Alexander, que entonces tenía 10 años. "Llegué con mi hijo allí y me di cuenta de que no era tal cosa". Desliza la alemana que la cacería fue un capricho que Juan Carlos I se hizo a sí mismo.

Llegó la noche en que el anterior jefe del Estado y sus acompañantes se pusieron a descorchar botellas. Y entonces se cayó. "Se llevó el vino desde España y se produjo la caída". En ese momento estalla la gran crisis. El padre de Felipe VI pide a Corinna su jet privado para volar de vuelta a España con carácter de urgencia. "Tenemos que evacuarle", le dicen los miembros de su equipo. "Tiene una hemorragia interna". Entonces el relato de la alemana cojea. Insinúa que gracias a su disposición (y a su avión) el Rey se salvó. Revela de forma explícita que no había "plan B" de evacuación y que "don Juan Carlos podía morir si el avión no llegaba a tiempo". Todo esto quiere decir que ni había un plan de seguridad ni de repatriación. Parece que Corinna se arroga la fantasía de haberle salvado la vida.

Después, sin que le tiemble ni una pestaña, la princesa cuenta aquello de que el marido de doña Sofía pidió una copa de vino durante el vuelo de regreso a España. Tenía la cadera rota y una hemorragia interna. "Estaba en modo 'soy el rey' y hago lo que quiero", detalla la protagonista del podcast.

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