El próximo miércoles, la Selección Española se estrena en el Mundial de Qatar frente a Costa Rica en la primera jornada del grupo E. El encuentro se juega a las cinco de la tarde, hora peninsular. El rey Felipe VI estará en el estadio Al Thumama de Doha para animar a los jugadores que representan a nuestro país, aunque no le acompañará la reina Letizia, supuestamente, en desacuerdo con las terribles condiciones laborales, las leyes de aquel país contra los derechos de las mujeres, los homosexuales, los practicantes de creencias no musulmanas y en general por la falta de libertades sociales y ciudadanas.
Las criticas contra la elección de ese país para el Mundial , son constantes y vienen de todas partes. Continuamente se recuerda que cuando se levantaban las instalaciones deportivas para este competición murieron 6.500 trabajadores, mal pagados y que hacían sus tareas en condiciones infrahumanas, muy parecidas a la esclavitud.
Lea también - Beckham defiende su rol (y su contrato de 170 millones) en el Mundial de Qatar: "Es una plataforma de progreso"
Pero quien tenía mucho interés en asistir era Juan Carlos I, que reside en Abu Dabi, la capital de Emiratos, un país vecino a Catar. El antiguo jefe del estado quería estar en Doha para animar a La Roja pero, según cuanta gente cercana al emérito, su hijo le ha pedido que no vaya al partido, por no considerar oportuna su presencia pública donde hay aficionados españoles. El rey de España no quiere foto con su padre.
Hay que tener en cuenta que en estos momentos Juan Carlos I está cuestionado en un tribunal de Londres, donde se juzga si tiene o no inmunidad o si puede ser juzgado, presuntamente, por acosar a Corinna Larsen.
Al mismo tiempo, los sucesivos capítulos que se se están emitiendo en el podcast de la la ex amante de Juan Carlos de Borbón desvelan, supuestamente , un comportamiento de don Juan Carlos poco ejemplar.
En todo caso, la recomendación del rey a su padre de que no vaya al partido inaugural, ha disgustado al antiguo monarca. Y no podemos descartar que acabe apareciendo en el estadio. Hay una intención evidente de hacer invisible (o menos visible) al antiguo rey, al menos hasta que finalice su batalla contra la mujer por la que estuvo a punto de dejar el trono, a su esposa doña Sofía y a su país.
En la boda de Juanjo Franco con Khali El Assir en Abu Dabi, hace dos semanas, el rey Juan Carlos fue uno de los invitados a la ceremonia religiosa, aunque después no asistió a a fiesta nupcial. Informalia ha podido saber que la familia de los novios exigió a los 100 invitados que dejaran sus teléfonos móviles. Fueron recogidos por el personal de seguridad, que los recogió antes de la misa, y los devolvió después. El motivo era impedir una imagen del emérito junto a la familia Franco. Juan Carlos I es íntimo amigo de Francis Franco, padre del novio. Tampoco era conveniente que se vieran fotos del Emérito con invitados españoles importantes. Un blindaje absoluto para evitar incomodar a Zarzuela.