La duquesa de Sussex ha cambiado de opinión. Tras renunciar a la Corona británica junto a su marido, el príncipe Harry, en 2020, ahora Meghan Markle quiere que sus hijos Archie y Lilibeth sí lleven los títulos de príncipe y princesa, respectivamente.
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Según cuenta el experto real Neil Sean a The Mirror, la que fuera actriz de Suits se ha dado cuenta de la importancia de tener estos títulos reales, sobre todo "para moverte en los círculos correctos" y están "dispuestos a aferrarse a ellos".

Muy diferente a lo que pensaba en 2021, cuando en aquella polémica entrevista con Oprah Winfrey, Meghan hablaba así de tener un título: "Toda la grandeza que rodea a estas cosas es un apego que personalmente no tengo. He sido camarera, actriz, princesa, duquesa... siempre he seguido siendo simplemente Meghan, ¿no?".
"He tenido claro quién soy, independientemente de todas esas cosas, y el título más importante que voy a tener es el de mamá. Eso lo sé", aseguraba entonces la nuera del rey Carlos III.

Por norma, en cuanto su abuelo ascendió al trono Archie y Lilibeth tienen derecho a ser príncipes, pero tras la renuncia de sus padres a las obligaciones reales, es una decisión que está en manos del hijo de Isabel II. Fuentes cercanas a Buckingham Palace han dicho que el marido de Camilla Parker-Bowles solo tomará esta decisión una vez que haya leido lo que Harry ha escrito en sus memorias, que verán la luz el próximo 10 de enero.