Tal y como estaba previsto en la Operación London Bridge, este lunes 19 de septiembre ha llegado el día D+10: el funeral de Estado. Un hora antes de que el féretro con los restos mortales de Isabel II hiciera su llegada a la Abadía de Westminster, aparecían los primeros invitados.
Unas 2.000 personas, entre los que se encuentran 500 mandatarios de todo el mundo y representantes de las casas reales europeas, entre ellos la española, Felipe VI y doña Letizia, iban tomado sus asientos en la abadía.
Uno de los primeros en arribar ha sido Emmanuel Macron, presidente de Francia; junto a su mujer, Brigitte, que lucía un tocado negro con redecilla.

Minutos más tarde, lo hacían Joe Biden, presidente de EE UU, y su mujer, Jill. También, Frank-Walter Steinmeier (Alemania); Sergio Mattarella (Italia); Justin Trudeau (Canadá), Taoiseach Micheal Martin (Irlanda) y Ursula von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea).
Mientras los mandatarios han llegado en autobuses fletados por la seguridad británica, que partían desde el Hospital de Chelsea, el presidente Biden lo hacía en su propia limousina y con su propio equipo de seguridad. El matrimonio ha bajado de su The Beast ('La Bestia'), el coche blindado de General Motors, un vehículo que pesa 9 toneladas.
La abadía, escenario histórico que alberga la coronación de reyes en Reino Unido, tiene un gran significado para Isabel II: allí se casó con Felipe en 1947; y, al igual que sus antecesores, también celebró su coronación. Fue en 1953, un año después de su proclamación.