Casas Reales

50 años de Letizia, la reina que ha encontrado su sitio: marketing en Zarzuela

Doña Letizia cumple cinco décadas este 15 de septiembre. 50 es una edad plena y madura. Adiós al impulso y al cortoplacismo de aquel arrebato que desencadenó la tensa escena vivida con doña Sofía en la Catedral de Palma en 2018. Lleva los 50 con orgullo, igual que las canas. Son compañeras de viaje. Ahora toca hacer balance.

En su aterrizaje en Zarzuela, como princesa de Asturias, Letizia no contaba con agenda propia. Fueron 10 años de formación y adaptación a un protocolo de palacio, a una forma de entender y de manejar la exposición pública a la manera de la Casa. Una década sin contenidos. Sin voz. Solo su presencia. Un tiempo de silencio que se prolongó desde su boda en 2004 hasta más allá de la proclamación de Felipe VI en junio de 2014. Dio su primer discurso oficial en 2015. Fue en Logroño, donde amadrinó un acto de la Guardia Civil. Iba según protocolo: de largo, de negro y con mantilla.

De gran temperamento y memoria prodigiosa

La transición de princesa de Asturias a Reina le ha ayudado a encontrar su sitio, su espacio y su propia imagen, la que ella quiere transmitir de sí misma: una mujer del siglo XXI, de carácter firme, de gran temperamento, de talento sobresaliente, cautivadora, conquistadora, habladora, que pregunta más que responde, con una memoria prodigiosa para los nombres y una infinita sed de conocimiento.

En cada acto que preside (AECC, la Cruz Roja, la FEDER, la FBBVA o la apertura del curso escolar); y en cada reunión de trabajo, Letizia siempre tiene una pregunta preparada. Habla con todos los premiados, con todas las personas de todos los eventos. Estudia todos los contenidos. Se compromete con las causas. Se pone el chaleco rojo de cooperante en Haití, en Honduras o en Paraguay. Se remanga la camisa y puede con todo, hasta con la tormenta de arena del desierto de Mauritania.

Cultura, artes, deporte femenino, mujer, salud, conciliación, familia, igualdad, inclusión, diversidad, infancia y educación. Es su expertise. También ejerció de perfecta anfitriona en la Cumbre de la OTAN en Madrid, junto a Brigitte Macron y Jill Biden (foto inferior).

Su gran fallo fue dejarse llevar por el arrojo y el temperamento en un acto público en las puertas de la Catedral de Palma en 2018 y tensionar una escena con doña Sofía. A día de hoy ambas reinas escenifican continuas muestras de afecto en público.

Modernizar Zarzuela: puro marketing

El trabajo de Letizia, desde hace 8 años, ha sido modernizar Zarzuela. Adaptarla a los nuevos tiempos. Puro marketing. Repensar la imagen que los españoles teníamos y tenemos de la institución y trazar una nueva campaña de comunicación. Una nueva estrategia de imagen de marca que se ha consolidado con su estilo propio.

Se ha convertido en un pilar fundamental de la moda española en el mundo. Sus looks de Zara, Mango, Massimo Dutti, Adolfo Domínguez, Mint&Rose, The 2nd Skin Co, Juan Duyos, Charo Ruiz o Ana Locking son un ejemplo. En la moda, el efecto Letizia alcanza más repercusión que su trabajo. Sin embargo, su instinto para manejar esa comunicación le ayuda a enviar mensajes a través de su ropa. Es el armario emocional (la comentada blusa ucraniana en apoyo al país o que intercambie vestidos con sus hijas).

Sin la presión de querer gustar siempre

Durante su etapa de alteza real luchaba por caer bien. La aparente frialdad y su imagen de estirada y controladora no ayudaban. Estaba enconsertada. Con el tiempo ha encontrado el equilibrio que le permite mostrarse más natural sin la presión de querer gustar siempre. En el 50 aniversario de su facultad hizo ese esfuerzo por caer bien y aquel preparado "Ortiz, a pesada no le gana nadie", recordando las palabras de un profesor. El evento acompañaba porque todos los antiguos alumnos que estábamos en el salón de actos compartimos emociones en plena pandemia. Letizia se relajó contando una anécdota de clase y cuando se relaja se muestra más sencilla. 

Esa conexión con la gente también la vi en la MBFW de Madrid en marzo. La Reina visitó la pasarela con motivo de su 75º aniversario. El fin de la visita fue un inesperado photocall de la Reina: 13 minutos de selfies con fans e influencers. Con los brazos abiertos, Letizia iba dando la bienvenida a todos los followers, que se acercaban móvil en mano. Eso, el contacto y los selfies con sonrisas, forma parte del nuevo lenguaje digital que manejan los jóvenes. Por eso quiere conectar con ellos. Ese día los conquistó.

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Comentarios 2

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Adela Ramón
A Favor
En Contra

Esto es un milagro, esta mujer es la perfección absoluta. Qué campaña de lavado de cerebro para meternos a todos a la Monarquía en la cabeza

Puntuación 13
#1
Ja ja ja
A Favor
En Contra

Para "Marketing" , Publirreportaje, y Campaña de lavado de imagen ya estáis la prensa con toda esta campaña. Es Agotador como laváis la imagen de esta señora con todo lo que ha hecho, pero se ve que la consigna de palacio es subir puntos en la encuesta y hete aquí estos Publirreportajes pagados. Deben estar contentos en Zarzuela con tanto lameculos.

Puntuación 8
#2