Casas Reales

Isabel II y su sexto sentido para percibir lo que sentía el pueblo: las claves de sus 70 años de reinado

Mucho se ha hablado de Isabel II como la monarca más significativa de la historia contemporánea. Se ha destacado su capacidad de liderazgo y su inquebrantable calma en el ejercicio de la jefatura del Estado. Pero ¿cuáles son las claves de su éxito en el trono por más de siete décadas?

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El historiador Andrew Roberts analiza su figura y escribe en The Wall Street Journal un análisis profundo del significativo impacto de la soberana, que falleció el pasado jueves, 8 de septiembre, en su castillo de Balmoral (Escocia) a los 96 años.

"Durante 70 años hemos sabido que, debido a sus virtudes, siempre estaríamos orgullosos de ella dondequiera que fuera, y por lo tanto también de nuestro país. Fue un excelente modelo de vida para millones de personas en Gran Bretaña, la Commonwealth y el resto del mundo", escribe Roberts.

Destaca de Isabel II su profesionalidad: "Teníamos la completa certeza de que -independientemente de lo que diga o haga el resto de su familia- Su Majestad la Reina nunca nos avergonzaría en la escena mundial, sino que siempre desempeñaría sus funciones con la máxima profesionalidad y una calma imperturbable"

Señala también su inteligencia: "Ha estado en el punto de mira de los medios de comunicación de todo el mundo, se ha reunido con cientos de miles de personas, ha viajado a más de cien países, se ha ocupado de delicados incidentes diplomáticos que hoy son historia pero que en su momento podrían haber provocado conflictos, ha asesorado a 15 primeros ministros, desde Winston Churchill hasta Liz Truss, y ha sabido qué hacer".

Además, tenía un sexto sentido para percibir lo que sentía su pueblo. "El dolor es el precio que pagamos por el amor", dijo tras el 11-S, "resumiendo precisamente lo que sentía Occidente. "Ojalá más líderes de la vida pública tuvieran una fracción de su gracia, su seriedad y, sobre todo, su sentido común".

Para terminar, no se ha olvidado de lo que supone el ascenso al trono de Carlos III: "Si Gran Bretaña parece hoy un poco triste, pero también aprensiva, es porque el rey Carlos III tiene unas botas casi imposibles de llenar. Sin embargo, ha estado esperando durante 70 de sus 73 años a que el papel recayera sobre él y, por tanto, está sumamente preparado para ello".

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