El delicado estado de salud de la reina Isabel II ha puesto en alerta a toda la familia Windsor, que se ha movilizado para reunirse en torno a la soberana. También el duque de York, que durante meses había permanecido en el más oscuro ostracismo por su conexión con la red de tráfico sexual de su amigo el magnate Jeffrey Epstein. Fue la Reina quien 'rehabilitó' a su hijo el pasado marzo, en el funeral en memoria del duque de Edimburgo. Ahora la salud de la soberana se convierte en el nexo de unión de toda la familia.
Todos juntos en el Castillo de Balmoral. Carlos, Eduardo, Ana y también, Andrés. El comunicado de esta mañana de Buckingham alertando sobre la "preocupación" de los médicos por la salud de la monarca ha provocado la movilización inmediata de sus hijos.
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— The Royal Family (@RoyalFamily) September 8, 2022
Tal y como recoge la prensa británica, el duque de York se dirige a la residencia de su madre de las Tierras Altas Escocesas, donde ha pasado las últimas semanas de verano. Su hermano Carlos, acompañado por Camilla, llegaron a Balmoral esta misma mañana. Ana y Eduardo están de camino.
Andrés fue despojado de sus títulos por su propia madre a principios de este año y no cuenta con tareas de representación ni funciones en The Firm (la Casa).
La 'rehabilitación' de Andrés
La manera que escogió la reina de mandar al mundo su mensaje de acercamiento y de aceptación a su hijo repudiado fue en el aniversario por la muerte de Felipe de Edimburgo en la Abadía Westminster en marzo. Isabel II fue caminando de su brazo en una escena que, además, despertó una enorme discrepancia en el seno de los Windsor, ya que Andrés, con ese gesto, sustituyó a Carlos, quien por su condición de heredero debería haber asumido ese papel protagonista.